Santo Domingo, República Dominicana – El expresidente Leonel Fernández arremetió contra la propuesta de reforma fiscal del gobierno de Luis Abinader, señalando que las medidas fiscales podrían agravar la situación económica de las familias dominicanas. En una intervención marcada por ironías y metáforas, Fernández cuestionó el impacto que la reforma podría tener en el costo de la canasta básica.
«¿Aquí hay que pagar la habichuela? ¿A pagar la carne? ¿Y el aguacate?», comentó el exmandatario en tono crítico, sugiriendo que las decisiones fiscales del gobierno podrían encarecer los productos esenciales. Fernández comparó los efectos de la reforma con un «almuerzo vinagre», insinuando que las medidas serían difíciles de digerir para la población.
Asimismo, el presidente de la Fuerza del Pueblo, advirtió que bajo la actual reforma fiscal pagará impuesto la leche maternizada «la madre que no pueda lactar, esa leche obligará a los bebés a pagar impuestos», y también está previsto pagar impuesto los servicios funerarios por lo que señaló: «también hay que pagar por gastos funerarios, es decir, los muertos pagan».
El líder de la Fuerza del Pueblo expresó preocupación sobre cómo las nuevas políticas fiscales impactarían tanto en los consumidores como en el transporte y otros servicios. «¿Y la cena del gobierno? ¿Cómo va a ser? Bueno, ahí tenemos espagueti, chuleta y salchichón», agregó, en un intento de ilustrar cómo la inflación y los impuestos podrían simplificar las opciones de alimentación de los ciudadanos.
Fernández también aludió al impacto de la reforma en el transporte y la transformación de productos, haciendo referencia a cómo los cambios económicos podrían afectar el plátano frito, porque aunque los plátanos no pagan impuestos, los aceites en los que se fríen si.
La crítica de Fernández se produce en medio del debate nacional sobre la reforma fiscal impulsada por el presidente Abinader, la cual busca ampliar la base tributaria y eliminar ciertas exenciones fiscales para aumentar los ingresos del Estado. El gobierno ha defendido la propuesta como necesaria para enfrentar el déficit fiscal, pero ha encontrado resistencia tanto en sectores empresariales como políticos, que advierten sobre su potencial impacto negativo en la economía familiar.