Liberan a Chester Weger, el preso que llevaba más tiempo entre rejas en EEUU

WASHINGTON.- Chester Weger, un hombre que en 1961 fue encarcelado por un asesinato en el parque natural de Starver Rock (Illinois) y que era el preso que llevaba más tiempo entre rejas en Estados Unidos, fue puesto este viernes en libertad a los 80 años, tras casi seis décadas en prisión.

Weger fue condenado por el asesinato de Lillian Oetting, de 50 años, cuyo cuerpo fue encontrado en marzo de 1960 junto a los cadáveres de otras dos mujeres: Frances Murphy, de 47, y Mildred Lindquist, de 50 años.

Las tres mujeres fueron encontradas semidesnudas y golpeadas hasta la muerte cerca de una popular ruta del complejo natural.

Tras un periodo de confusión, los investigadores vincularon el caso a Weger, un joven que entonces tenía de 21 años, debido a la presencia de una cuerda en la escena del crimen que tenía las mismas características que la encontrada en la cocina del hospedaje donde él trabajaba limpiando platos.

En un principio, este hombre confesó el asesinato de las tres mujeres, aunque más tarde aseguró que era inocente y que había sido presionado por los agentes de policía que llevaban el caso para declarase culpable.

Finalmente, las autoridades decidieron no presentar cargos por las muertes de las otras dos mujeres después de que fuera condenado a cadena perpetua por el asesinato de Oetting en 1961, con solo 22 años.

En noviembre del año pasado, se le otorgó la libertad vigilada, lo que permitió a Weger abandonar hoy el Centro Correccional de Pinckneyville, unos 500 kilómetros al sur de Chicago, en Illinois.

Esta decisión no ha estado exenta de polémica, pues según recogen medios locales las nietas de las tres mujeres asesinadas en el Starver Rock State Park se han opuesto públicamente en más de una ocasión a esta liberación.

Una oposición con la que no comulga Celeste Stack, abogada de Weger, que en declaraciones al Chicago Tribune dijo no creer que «nadie que haya hablado con este hombre pueda creer que va a salir y herir a nadie».