Clark, que ahora tiene 69 años, fue la encargada de conducir el vehículo utilizado por los participantes en el atraco para huir y, aunque no estuvo en el lugar de los hechos, fue acusada por asesinato y robo y condenada a una pena de entre 75 años y cadena perpetua.
Aunque durante el juicio defendió sus acciones como parte de la lucha del grupo extremista de izquierdas al que pertenecía, durante su tiempo en la cárcel pidió perdón a las víctimas y se convirtió en una recluso modelo.
Su liberación ha sido durante años defendida por dirigentes de izquierdas en Estados Unidos, que insistían en su rehabilitación y en que no presentaba ningún peligro para la sociedad.
Del otro lado, grupos conservadores y organizaciones policiales han trabajado para evitar su salida de la cárcel, al considerar que era un símbolo terrorista.
En 2016, el gobernador del estado de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, conmutó su pena, abriendo la puerta a su salida de prisión bajo libertad vigilada.
Ese paso llegó finalmente este miércoles, cuando las autoridades penitenciarias neoyorquinas le concedieron la libertad condicional.
Numerosas personalidades, incluidos 70 cargos públicos, habían escrito una carta pidiendo su salida de prisión.
En el momento del robo, Clark pertenecía al grupo radical Weather Underground, una organización de izquierdas que creció en la oposición a la guerra de Vietnam.
Miembros del grupo atracaron un furgón blindado a las afueras de Nueva York para llevarse 1,6 millones de dólares, tras un tiroteo en el que murió un guardia de seguridad y dos policías.
Al menos otras dos personas conectadas con el robo continúan en la cárcel.
