ESTADOS UNIDOS.- Políticos y líderes de la comunidad hispana en el sur de Florida se sumaron al rechazo de retirar a las FARC de la lista de terroristas por parte del Gobierno de EE.UU. y le pidieron al presidente Joe Biden desistir de la idea, como lo hicieron esta semana los senadores Marco Rubio y Rick Scott.
El congresista estatal colomboamericano David Borrero dijo este viernes que es una decisión que no representa al «70 % de los colombianos» durante una rueda de prensa organizada por el Comité Nacional Republicano en Florida, en la que participaron líderes comunitarios de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
«Es una falla para cientos de miles de víctimas de las FARC», expresó Borrero, quien representa áreas del sur de Florida con gran población colombiana, como Kendall y Doral.
Recriminó que esa medida permitirá que las FARC abran cuentas bancarias en EE.UU. y reciban incluso ayuda gubernamental e hizo un llamado a sus colegas en el Congreso de Florida a urgir al presidente Biden a no remover a las FARC de la lista negra.
El miércoles pasado los senadores republicanos Rubio y Scott enviaron una carta al presidente Biden en la que lamentan la decisión de eliminar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, en inglés) del Departamento de Estado.
«Este es un paso atrás para la estabilidad y seguridad de Colombia y solo proporcionará a estos terroristas y sus simpatizantes políticos capacidad mejorada, recursos financieros y legitimidad internacional percibida para desestabilizar a nuestro aliado más cercano en la región», señalan en la misiva.
Políticos demócratas del sur de Florida, como la senadora del Congreso de Florida Anette Taddeo, nacida en Colombia, también han rechazado la idea.
«Cuando tenía 17 años me vi obligada a huir de Colombia, el único país que conocía, debido a que la organización terrorista marxista FARC, un grupo de milicias, secuestró a mi padre, que era un piloto de combate estadounidense de la Segunda Guerra Mundial», señaló en su cuenta de Twitter.
«Esta noticia es indignante», expresó la senadora al señalar que se lo hizo saber al Departamento de Estado.
Por su parte, Carlos Naranjo, uno de los fundadores de Colombian Progressives Florida, dijo este viernes a Efe que apoyan la decisión de Biden, al señalar que sectores de «ultraderecha radicales colombianos están viendo esto como una oportunidad de seguir la guerra en Colombia».
Señaló que hace parte de la idea de acabar con «la guerra civil más larga y más sangrienta de todo el hemisferio» y dijo que está acorde con otros ejemplos como en Raunda e Irlanda «donde se negoció con el enemigo» para lograr la paz.
«Apoyamos simplemente la paz después de los acuerdos de 2016», enfatizó Naranjo.
En noviembre pasado se cumplieron cinco años del acuerdo firmado en 2016 entre el Gobierno colombiano -entonces presidido por Juan Manuel Santos- y las ahora desmovilizadas FARC, que son un partido político.