SANTO DOMINGO.- Lilli Fujii es una repostera que ha logrado combinar la parte científica y artística de la cocina para dar vida a bizcochos que, además de sabrosos, son verdaderas obras de arte comestible.
Lilli se ha destacado por sus creaciones únicas que van desde bizcochos con forma de salami, mangú, sancocho, habichuelas con dulce, hasta peticiones más extravagantes.
Entre los diseños más solicitados menciona cervezas (en el caso de mujeres) y destilados (para los hombres). Cada pieza le toma desde tres horas hasta dos días, dependiendo de la complejidad. Aunque cuenta con un catálogo base en su cuenta de Instagram, todas sus creaciones pueden adaptarse a lo que el cliente desea.
Lilli aunque estudió arquitectura, no ejerció la carrera porque priorizó la crianza de sus hijos. Luego, redescubrió su pasión por la repostería y decidió formarse profesionalmente durante tres años, compaginando el estudio con su trabajo.
Afirma que “el mejor bizcocho es el dominicano”, destacando su masa suave, esponjosa y jugosa, así como su suspiro cremoso, con un sabor perfecto y sin rastro de huevo.
Actualmente, además de crear bizcochos personalizados, Lilli colabora con restaurantes asesorando sus postres. Sus productos también están disponibles al público desde su local en el sector Evaristo Morales, en la calle 6A #18.
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