SANTO DOMINGO.- Luego de la muerte del tirano, Rafael L. Trujillo, una de las primeras medidas del gobierno conformado por Ramfis Trujillo y Joaquín Balaguer fue gestionar que los Estados Unidos colaboraran para que la Organización de Estados Americanos levantara las sanciones económicas impuestas al país desde agosto de 1960.
Para atraerse las simpatías de la administración de John F. Kennedy, el gobierno dominicano desplegó una estrategia de apertura política, permitiendo el retorno de los exiliados y, al mismo tiempo, propiciando un ambiente favorable para el nacimiento del partidismo político.
En el plano político, por primera vez después de 30 años de férrea tiranía, los dominicanos comenzaron a disfrutar las ventajas de la libre expresión del pensamiento y del pluralismo político a través de la formación de varios partidos políticos. Se rompía así , el autoritarismo dictatorial de pertenecer a un partido único, el Partido Dominicano.
Así, durante las primeras semanas de julio de 1961 tres organizaciones políticas iniciaron sus actividades públicas: el Partido Revolucionario Dominicano, fundado en Cuba en 1939, cuyo líder principal era el escritor Juan Bosch; el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, dirigido por el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo, y cuyo nuevo nombre fue Agrupación Política 14 de Junio; y la Unión Cívica Nacional, institución mayormente integrada por la clase media y alta, presidida por el doctor Viriato A. Fiallo.
Poco después surgieron otros partidos minoritarios que contribuyeron a la educación política de los dominicanos en el ejercicio de las libertades públicas al tiempo de darles la oportunidad de escoger por su propia voluntad al candidato de su preferencia para dirigir los destinos nacionales.
Los seis meses transcurridos entre junio y noviembre de 1961 fueron turbulentos y traumáticos. Mientras, por un lado, el Gobierno trujillista aplicaba una política de terror y violencia en plena luz del día, por el otro, la naciente oposición política comenzaba a perder el miedo frente a los organismos represivos (como el Ejército, la Policía Nacional y sobre todo el Servicio de Inteligencia Militar, SIM). Las protestas públicas, cada vez más masivas, fueron multiplicándose en todo el territorio, exigiendo la salida del país de los Trujillo, la renuncia de Balaguer y de los principales colaboradores del antiguo régimen.
Los días 18 y 19 de noviembre de ese año constituyeron el punto final para los remanentes del trujillismo. En la Base Aérea de Santiago, el general Pedro Ramón Rodríguez Echavarría se pronunció contra los Trujillo , iniciando el movimiento que los sacaría definitivamente del país.
Luego del horrendo crimen de la Hacienda María, Ramfis Trujillo decidió abandonar Santo Domingo con destino a París, Francia, cosa que hizo el día 18 de noviembre, siendo seguido por sus tíos y otros familiares, que se dirigieron hacia otros países. Había terminado así, la Era de Trujillo.
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