tecnología china.
Otros, como Estados Unidos, han prohibido completamente a empresas chinas trabajar en sus infraestructuras de telecomunicaciones. Su vicepresidente, Mike Pence, instó el pasado febrero a todos sus socios en materia de seguridad a "mantenerse vigilantes" en este sentido.
A raíz de la decisión de May, los expertos del llamado "Five Eyes club" (Club de los Cinco Ojos), la alianza de agencias de inteligencia que conforman EE. UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, comparecerán juntos por primera vez en este país para abordar el asunto de las ciberamenazas.
Lo harán, según la BBC, en la conferencia sobre cyberseguridad prevista para hoy y mañana en Glasgow.
En un tuit, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores, Tom Tugendhat, señaló hoy que permitir a Huawei construir parte de la infraestructura británica 5G "haría que los aliados duden sobre nuestra habilidad para mantener información segura y socavaría la confianza esencial de la cooperación del Club de los Cinco Ojos".
Huawei siempre ha negado haber recibido financiación del Estado chino e insiste en que es una empresa privada, independiente de cualquier influencia del Gobierno de su país.
El pasado sábado, también The Times citaba informaciones de la CIA que aseguraban que Huawei habría recibido dinero procedente de sucursales del aparato de seguridad estatal de Pekín.
Según eso, Huawei habría recibido fondos procedentes del Ejército Popular de Liberación, de la Comisión de Seguridad Nacional China y de la red de inteligencia estatal de ese país.
En China, por ley, las empresas están obligadas a cooperar con sus sucursales de seguridad, lo cual hace temer, en este caso, a los críticos que se podría facilitar la instalación de algún acceso "por la puerta de atrás" en el software, permitiendo espiar o alterar las comunicaciones británicas.