Como si Europa no hubiera causado este año suficientes crispaciones, con la invasión de Putin a Ucrania y la crisis energética, la antigua roca de estabilidad que fue el Reino Unido es sacudida por su peor crisis financiera en muchas décadas, con la libra esterlina cayendo a insospechados niveles de paridad con el dólar y temores de mayores pérdidas.
Dice “The Economist” que inversionistas aterrorizados culpan a Liz Truss, jefe del gobierno hace apenas tres semanas. El asediado ministro del Tesoro, hijo de inmigrantes de Ghana y primer negro en tan alto cargo, justifica sus estímulos al consumo alegando que son necesarios para evitar un colapso económico, según vi en la BBC. Pero el resultado ha sido que hasta el FMI está advirtiendo sobre la fragilidad financiera inglesa.
Quizás es muy pronto para sacar conclusiones. Sin embargo, luce que preservar la estabilidad en medio de múltiples crisis ha sido uno de los mayores éxitos de Luis Abinader y Héctor Valdez Albizu. Preservarla y continuar creciendo hacen de República Dominicana una admirable excepción mundial.