Santa Cruz de La Palma (España).- Los animales que viven en la zona de influencia del volcán de la isla española de La Palma, situada en el Atlántico, han ido recuperando poco a poco su comportamiento habitual, sobre todo las aves, según explica el biólogo Félix Medina.
Medina cuenta que técnicos del Cabildo insular (institución que gobierna en la isla) y del Instituto de Productos Naturales y de Agrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España están realizando un inventario de la biodiversidad afectada por la erupción tanto en el cráter como a lo largo de las coladas.
En cuanto a la flora, explica que las zonas de pinar, medianías y costa ya estaban modificadas por la acción previa del hombre: cultivos, zonas rurales, urbanas e industriales.
La vegetación que ha arrasado la lava la constituían fundamentalmente matorrales de sustitución: tabaibas, verodess y retamas.
En el caso de los animales, apunta Medina, se han observado una serie de cambios de comportamiento, ya que al principio «estaban asustados, dejaban acercarse más a las personas y no se oían mucho por el retumbe del volcán», pero «poco a poco han ido recuperando, sobre las todo aves, su comportamiento habitual».
Así, las aves han mantenido el territorio y su comportamiento depredador.
En el caso de los cernícalos, señala que con la erupción cambiaron su actividad depredadora hacia otras aves, pero con el paso del tiempo han vuelto a poner el foco en los reptiles.
Son precisamente los reptiles los animales que se han visto «mucho más afectados», porque acostumbran a esconderse bajo las piedras para pasar desapercibidos o para protegerse de los depredadores, y ahora no tienen esa posibilidad allá por donde han pasado las coladas.
Félix Medina también teme que otra especie se haya visto afectada sobremanera por la colada que ha llegado al mar: las pardelas cenicienta, pues «estaban a punto de salir» los pollos, entre octubre y noviembre.