Casi equivale a axioma la expresión de que “los números hablan por si solos y dicen más que las palabras”. Y fue a base de números que el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, el industrial Pedro Brache, hizo resaltar los aportes del sector privado tanto en términos económicos como sociales al pronunciar el discurso de orden en la conmemoración del 56 aniversario del organismo cúpula del sector empresarial. A continuación vamos a presentar algunas de las principales cifras que ofreció, que corresponden al año 2017.
Durante ese año el aporte del sector privado al PIB del país montó al 83 por ciento, lo que en términos económicos representó la suma global de 63 mil 26 millones de pesos. Al sector público le correspondió el 9.6 por ciento mientras los impuestos a la producción sumaron el resto. Durante ese mismo período las empresas y negocios privados generaron el 85 por ciento del empleo.
Ese mismo año, la economía nacional creció un 4.6 por ciento. De ese incremento, correspondió al sector privado el 79.1, el público aportó el 13.5, y los impuestos a la producción el restante 7.4 por ciento.
En el terreno de la inversión el aporte del sector privado alcanzó al 85.7 por ciento del total, lo que traducido en pesos montó a la cuantiosa suma de 677 mil millones 988 mil pesos, tomando en consideración el valor de las edificaciones, equipos y maquinarias.
Las compras locales superaron los 25 mil 364 millones pero en término de dólares, en tanto su aporte a las exportaciones fue de 8 mil 199 millones, el 81 porciento del total y el 10.8 por ciento del PIB.
Las arcas del Estado recibieron por concepto de impuestos la cantidad de 286 mil 699 millones 800 mil pesos, más del 75 por ciento de los tributos recaudados ese año. Y en la Tesorería de la Seguridad Social ingresaron 62 mil 640 millones de pesos, el 62.5 por ciento del total recaudado por el sistema como aporte de los empleadores y los trabajadores.
Finalmente, para no abrumarnos de cifras, en el plano social el 85.5 por ciento de la fuerza de trabajo ocupada labora en empresas privadas, haciendo un total superior a 3 millones 575 mil empleados.
Son números contundentes que constituyen expresión cabal de la importancia del sector privado en el desarrollo económico y social del país, como principal creador de riqueza, promotor de exportaciones, pagador de impuestos, generador de divisas y de empleos cuyo promedio salarial supera los 20 mil pesos mensuales.
Un detalle interesante que vale resaltar es que de las empresas fijas no productivas, las micro representan el 54.8 por ciento del total y el 39.8 por ciento del empleo nacional, o sea, que en ellas encuentran cabida y libran el sustento casi 4 de cada 10 trabajadores.
En cuanto a las exportaciones cabe asimismo destacar el importante papel que toca desempeñar a los parques industriales de zona franca de exportación, que ocupan el liderazgo en ventas al exterior, se mantienen en constante proceso de ampliación y diversificación y van camino de llegar a crear más de 200 mil empleos.
Son razones suficientes de peso para entender la importancia del sector empresarial privado al que todavía le queda mucho trecho por andar para desarrollar el máximo de su potencial, para lo cual es preciso que el Estado se convierta cada vez más en un facilitador de su modernización, expansión y competitividad.
Juntos de la mano el sector público y privado, marchando por la misma senda y al mismo ritmo, es la fórmula ideal y sobradamente probada en los países de mayor nivel de progreso para impulsar la República Dominicana por el camino del sostenido desarrollo y crecimiento económico a fin de alcanzar mayores niveles de bienestar para todos.