x
Batalla Electoral 2024

Los borregos de “El Nacional”, los borregos de la reelección, y los borregos de solidaridad y de la sensibilidad de todas las líneas del metro de Santo Domingo

Imagen sin descripción

Merece la pena invertir 85 mil millones de pesos en educación y otros tantos en el sistema de salud de un país, en el que en una jugada maestra de Madoff, ese estado emite 130 millones de dólares en bonos, cuya contra partida financiera se desaparece, pero, luego, como borregos, vamos al Palacio Nacional a recibir una conferencia magistral, con vinos y comidas exóticas de por medio, para oír las declaraciones y el testimonio del testigo oficial, ante un jurado constituido por líderes de opinión, que se prestan a servirle de cámara penal.  Una transmutación, una elaboración y una penetración transfigurada de la inteligencia del poder político y social, que busca el borreguismo oscilante, de la libertad al automatismo, de los poderes públicos.

Disponían los Gobiernos de trece años para modificar dos veces la Constitución de la República, y para modificar los porcentajes de todas las leyes demagógicas que especializan estos fondos; en la educación, en la salud, para los Ayuntamientos, la Junta Central Electoral, el Congreso y la Justicia, por citar algunos casos.

Preferimos el carreteo de borregos que buscan mejorar todo lo incorrecto del Estado, en lugar del borreguismo periodístico que impulsa la descomposición con su omisión corporativa, de todo lo bueno que se ha empeorado, en los últimos trece años.  Porque, un anuncio del Gobierno, nunca podrá considerarse como un hecho consumado, si se observan el criterio, el sentido fiscal y la dirección social, que se producen en las transferencias que, a medio camino-fiscal, realiza ese mismo Gobierno, para ajustar los gastos en el subsidio eléctrico y en la tapadera del otro agujero fiscal del Banco Central, para cumplir con las exigencias presupuestarias, de los Organismos Internacionales.

Vestirse de amarillo y ataviarse de una sombrilla del mismo color, forma parte del debate que la misma prensa corporativa le ha negado a la población, sobre la educación, la salud, la vivienda y sobre la política de acciones sociales del Gobierno.  Se visten de amarillo para que el mundo supiera la hipocresía y la anomia que esconden los dueños del poder de los cuartos que errónea y ventajosamente se denomina Cuatro Poder.

Moralizar la discusión de la educación en el origen del dinero que auspicia la movilización social es una buena coartada del poder Político y corporativo de la opinión pública, pero, el carreteo de borregos que, semana por semana, se llevan a los mítines y asambleas reeleccionistas, llevan una contrapartida multimillonaria, con fondos públicos los cuales carecen de las garantías Constitucionales de Contraloría y Auditoría social, penal y de la misma opinión pública corporativa.

Siguen detrás del telón corporativo de la opinión pública, las intoxicaciones, las escuelas sin servicios sanitario, sin luz eléctrica, sin asientos, las escuelas que funcionan en patios y debajo de árboles, con maestros sin la cobertura de seguridad social de ellos y de sus dependientes, pero, además, se quedan detrás del telón de la complicidad y la contumacia de la opinión pública corporativa, el cuestionamiento responsable acerca del destino de más de 700 millones de pesos de las cotizaciones de los maestros al Seguro Semma.

Entender que el Infotep, una obra maestra de la inteligencia política dominicana, pergeña, un déficit de l13 millones de pesos en este año, mientras sumas similares se dilapidan en financiar campañas de imagen de personalidades y altos cargos gubernamentales, es muy difícil, y se dispone de poco tiempo, si nos dedicamos a ver la obligación a que se someten a los niños de los costosos colegios privados a vestirse de amarillo en el día Lunes 4 de Diciembre.  El mismo día que una encuesta publicaba que, el 91% de los dominicanos se aborregaban con el 4% a la educación.

Cantemos y contemos la gloria del despertar cívico de la nación, más allá del sano juicio que demanda y exige el periódico El Nacional, que, aunque se vista de amarillo en ese día, guarda dentro la sicuta del espanto y el horror sufrido por el poder político y social, al ver que la opinión pública corporativa, quedó truncada en sus objetivos de opacar y desacreditar los reclamos.

Da lo mismo que sea esta jornada cívica, la alegría de todo un pueblo o de una organización social, porque más allá de los honores o de los protagonismos, siempre será más importante para la sociedad el sentimiento colectivo de haber creado algo, con un esfuerzo que saca mucho de poco, mucho de la nada, y añade sin cesar algo nuevo a lo que había de riqueza social entre los dominicanos.

Recuerden, muy a pesar de los Borregos del periódico, El Nacional, que toda alegría merece un acento triunfal.

Comenta con facebook