REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Durante tres jornadas cardiólogos, médicos de atención primaria, internistas enfermeros, técnicos e investigadores analizaron los avances más recientes en cardiología y presentaron los resultados de varios estudios llevados a cabo en distintos hospitales.
La cardiopatía isquémica aguda se presenta cada vez con más frecuencia en pacientes jóvenes, advierten los cardiólogos.
Aunque hasta el momento la evidencia sobre su pronóstico a corto y largo plazo era escasa, un estudio ha revelado que el infarto que padecen las personas menores de 45 años difiere del que se da entre personas de más edad y tiene mejor pronóstico.
Según los datos de este estudio, llevado a cabo por el Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla), la mortalidad del infarto en menores de 45 años es del 1,2 % en el hospital, mientras que en pacientes mayores es superior al 6 por ciento.
“El pronóstico de los pacientes jóvenes que ingresan con infarto es bueno, con una baja tasa de mortalidad tanto intrahospitalaria (1,2 %) como en el seguimiento (2 %). En los mayores de 45 años estas cifras suelen ser más elevadas: del 6,9 % intrahospitalario”, precisa el doctor Carlos Barea, uno de los investigadores del estudio.
Sobre la mayor frecuencia de eventos cardiovasculares de este tipo en personas jóvenes, los expertos apuntan a un incremento de los factores de riesgo cardiovascular, como son los niveles elevados de colesterol (LDL) en sangre, la tensión arterial alta, el tabaquismo, el sobrepeso o la obesidad, y la presencia de diabetes mellitus.
“Vivimos en una sociedad desarrollada, en la cual los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo son muy prevalentes”, señala el doctor Diego Félix Arroyo, quien también ha participado en este trabajo.
“Evitando estas circunstancias y, en caso de que estén presentes, controlándolas con un estilo de vida saludable, estaremos previniendo que las placas ateroscleróticas acaben derivando en una enfermedad cardiovascular”, añade este experto.
Otro estudio llevado a cabo por el Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz) ha registrado un menor número de eventos cardiovasculares (infarto y angina de pecho) en sujetos de alto riesgo cuando el Cádiz Club de Fútbol gana y mayor cuando pierde.
Los resultados de este estudio muestran que las emociones negativas, como la hostilidad y el enfado, guardan una estrecha relación con el desarrollo de enfermedad cardiovascular.
Para este análisis, se recogieron las visitas a urgencias por dolor torácico y los ingresos por síndrome coronario agudo en función del calendario futbolístico del equipo local durante los años 2018, 2019 y 2020.
El primer resultado que muestra el estudio es un menor número de visitas a urgencias por dolor torácico los días en los que juega el Cádiz C.F, salvo los días en los que sufre una derrota de visitante (en los que aumentan).
En cuanto a los ingresos por cardiopatía isquémica, aumentan los días en los que el Cádiz C.F pierde de local mientras que disminuyen los días que gana fuera de casa.
También se han apreciado algunas diferencias entre la era pre-covid y tras el confinamiento en las visitas a urgencias y los ingresos.
“Es probable que lo que estemos observando es que, añadido al pobre control de factores de riesgo cardiovascular que existía antes de 2020, durante el confinamiento ocurrió una pérdida de adherencia terapéutica que ha promovido un empeoramiento de los mismos”, señala el doctor Juan Enrique Puche, primer firmante del estudio.
“Esto, sumado al mayor estrés global de la pandemia (inestabilidad laboral, dudas sobre la propia salud, etc.) y la prohibición de asistir al estadio de fútbol, puede haber sesgado el perfil de paciente que ingresa por cardiopatía isquémica”, valora el experto.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España, causando más de 120.000 fallecimientos al año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estas son potencialmente evitables a través del adecuado manejo de los factores modificables de riesgo cardiovascular, como el colesterol elevado, uno de los elementos más importantes, pero de los peor controlados.
Así lo corroboran los resultados preliminares del estudio ‘Observatorio del manejo del Paciente Dislipémico en España’.
Según este informe, solo un 36 % de los pacientes con colesterol LDL elevado (colesterol “malo”) se encuentra controlado.
“Lo más llamativo es que hemos identificado notables diferencias interterritoriales en el grado de control de la dislipemia”, apunta la doctora Raquel Campuzano, presidenta de la Asociación de Riesgo Cardiovascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC.
Estas variaciones, que oscilan entre el 65 % de pacientes controlados en Navarra y el 19 % en Murcia, tienen que ver con las distintas estrategias de reducción del C-LDC que emplean las Comunidades Autónomas.
Para lograr mantener las cifras deseadas de colesterol, uno de los factores que más impactan en la enfermedad cardiovascular a nivel mundial, la SEC recomienda practicar ejercicio físico de manera regular, limitar la ingesta de grasas saturadas y abandonar el tabaquismo.