Al igual que en la vida diaria, la inseguridad por la cual todos pasamos en este pedazo de isla, también la música la viene atravesando desde hace más de treinta años, por ataques casi mortales a su permanencia en el gusto popular y de su calidad. Por parte de Empresarios dueños de medios, sus animadores, productores de televisión, Dj`s, periodistas y personalidades artísticas en general.
Paralelamente con nuestra vida y junto a ella han ocurrido transformaciones que amenazan lo que un día se llamó: “Calidad”.
El sicario moderno, de hoy como de ayer es quien hiere nuestra música y la música que nos ha permitido transitar por estos caminos de Dios.
El arma que ha utilizado para acabar con ella es la payola en el campo de la promoción radial y escrita, la televisiva también, porque ya este fenómeno no solamente se presenta en la propiedad privada de la misma sino en la propiedad estatal bajo su poder, lo he dicho varias veces (solo Telemicro tiene 83 emisoras y el gobierno unas 30 más la vicepresidenta alrededor de 10).
Uno de los políticos que más cuidó la cultura de nuestro país fue Don Juan Bosch y salvo honrosa excepciones los gobiernos del partido que él formó son los que más la han golpeado. Siendo pdte bajo al camerino a felicitar los actores de la obra Esperando a Godot.
Basta con solo hacer un recuento de sus emisoras y nos daremos cuenta que en las mismas la payola existe con más fuerza que en las privadas. Las cantidades de naciones y bandas formadas en la música asustan. Tienen sus nombres.
¿Cómo es que no nos damos cuenta de que la criminalidad a nuestra música y la ausencia de calidad en la misma es cada vez mayor?
No exagero, digo la verdad, verdad que los de adentro no se atreven a decir y ahora que se avecinan las elecciones será imposible limpiar por que utilizan como medio de difusión a los mismos que la están matando.
Y en lo que esto se avecina (la política y las elecciones) nuestra música languidece y se presentara un cuadro clínico difícil de mejorar.
Es que el sicariato está a muchos niveles en la patria de Duarte y el cansancio aumenta y la posición derrotista nos asecha en todos los lugares.
– “¡Cholo, Deja esa vaina que eso no hay quien lo arregle!”.
– “Yo seguiré aunque sea uno de los pocos que sigue luchando sin pierna y con prótesis….”