REDACCIÓN INTERNACIONAL- Las personas con trastornos graves de salud mental mueren entre 10 y 20 años antes que el resto de la población a causa, sobre todo, de enfermedades físicas que se puede evitar, según la Organización Mundial de la Salud.
Según un informe de la OMS sobre salud mental, en 2019, antes de la pandemia de coronavirus, mil millones de personas, incluido 14 % de los adolescentes en el mundo, vivían con un trastorno mental.
Entre las principales causas figuran el acoso escolar, las desigualdades sociales y económicas, las emergencias de salud pública y el abuso sexual en la infancia.
Salud mental tras la pandemia, según la OMS
En el primer año de la pandemia, la ansiedad y la depresión aumentaron un 25 %, señala el documento.
Otra de las problemáticas a las que apunta la OMS es la del acceso a una atención mental eficaz y de calidad, sobre todo en los países en desarrollo.
Las estimaciones de la organización indican que tan solo un tercio de las personas con depresión reciben atención de un especialista.
Para atajar los principales desafíos en este campo durante la próxima década, los 194 países miembros de la OMS han suscrito el Plan de Acción Integral de Salud Mental 2013-2030 que los compromete a abordar objetivos mundiales para continuar mejorando la salud mental.
El plan señala tres vías de acción:
Aumentar inversiones en salud mental
Incluir a las personas con problemas mentales en la toma de decisiones
Reformar entornos que influyen en la salud mental, como colegios, servicios sanitarios o entornos naturales.
Asimismo, se plantea integrar los servicios de salud mental en la atención sanitaria general.
“Este nuevo informe es un argumento para el cambio. Los vínculos entre salud mental y salud pública, derechos humanos y desarrollo socioeconómico implican que modificar políticas y prácticas en materia de salud mental puede beneficiar de forma concreta a personas en todo el mundo”, apunta el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Es importante detectar los trastornos de salud mental ya que algunas veces se presentan con síntomas inespecíficos lo que, junto a las dificultades para identificarlos correctamente, puede llevar a que se produzca un infradiagnóstico de algunos de ellos.