El ex Presidente Hipólito Mejía dijo, que el ex Presidente Leonel Fernández es un “muerto político”. Leonel ha respondido ”tóquenme a ver si lo estoy. Si estoy muerto cometieron un error porque no me han enterrado”.
De esta conversación pública, llueven los mensajes como cuando Hipólito dice que Leonel es muerto político, que revelará informaciones de él nunca antes conocidas; como cuando Leonel le responde “esto no es cuestión de cuentos, no es relajo, no es cuestión de llegó jaja”. Los dos, aspirando a tomar las riendas del poder en el 2020, con rapidez, lanzan la soga para paralizar la presa.
Todos sabemos que los verdaderos “muertos políticos” y los que “andan sin enterrar” son los pobres, sumergidos en la miseria; los que impotente observan a sus verdugos tomar sus bienes, para disfrute grupal. Muertos políticos son también los que pierden la dignidad y siguen partidos políticos, buscando lo suyo, que le den su parte, olvidando el bienestar general.
Tenemos también verdugos políticos. Son los que mantienen en la ignorancia y miseria la mayoría de la población para poder quitarles sus bienes, tenerlos moribundos, mendigando, para luego darle un plato de comida a cambio de su voto.
Los que parece que han muertos y definitivamente enterrados son lideres políticos que con firmeza y coraje sean capaces de “tomar el látigo y sacar los mercaderes del templo”; que piensen en elevar el nivel de vida de la nación, en institucionalizarla; en conseguir que las leyes se respeten, capaces de poner orden y seguridad por doquier.
Han muerto y enterrado líderes que sirvan de parámetros a la juventud por el camino de la dignidad, el respeto. Siento asco por la estrategia, métodos y tácticas utilizadas por muchos de los que se dedican a la política. No es cuestión de vivir conceptualizando ni hacer bromas. Tampoco es hacer negocio particular, con los recursos de un pueblo desnutrido, sin comida ni techo.
¡Me duele, la mirada triste de los jóvenes en medio de su miseria! Lloro observándolos, deseosos de salir adelante, de poder trabajar, de llevar una vida con algunas necesidades satisfechas. Viven avergonzados de su situación, impotentes de abrirse caminos, mientras los congresistas y la justicia, usan tácticas para encubrir corruptos, para no institucionalizar la nación y son capaces de decir “que saben salir del fango, sin enlodarse” pero ¡no lo limpian!.
Con la plataforma de un pueblo ignorante y con hambre, Leonel logró doce años como Presidente de la República, Hipólito, cuatro. No hicieron cambios estructurales. Hoy, la lucha es por volver. Parecería que todos están de acuerdo en que el Poder Judicial y el Legislativo sigan protegiendo la corrupción, en no institucionalizar ni fiscalizar, en cuidar “el barrilito.
¡Que falta de visión y cuanta ignorancia en líderes políticos! Olvidan que elevar el nivel de vida de la nación es estupendo para todos. En otras naciones, con el comportamiento que tienen algunos funcionarios y lideres nacionales, habría muchos “muertos políticos” presos. Por permitir la corrupción, a los presidentes lo quitan del cargo. Las instituciones los detectan y “entierran para siempre” Aquí, para evitar que suceda, evitan que funcionen.
Indiscutiblemente, los únicos “muertos políticos” en este país, son los pobres. Los asesinan los políticos. Los entierran vivo, muertos de hambre, sin ropa. En épocas de elecciones, van a visitarlos “a su cementerio”, a las comunidades donde están sumergidos en la miseria; les llevan flores a su tumba, esto es, limosnas, promesas, comida. Le dan fuerza por unos días, para que vayan a votar, y luego ¡adiós!.
La población debe despertar y buscar líderes confiables, valientes, que piensen en el bien común, que cambien el rumbo, que no vuelvan a lo mismo. ! No aguanto mas el sufrimiento de ver jóvenes con las miradas tristes y avergonzados de su injusta pobreza, impotente para salir adelante! Odio el grupito que tomando los recursos del pueblo y con descaro exhibe riquezas. Solo Dios sabe, el profundo desprecio que siento por los que se empeñan en mantener la plataforma de la pobreza y las limosnas, para volver al poder.