Los vientos en altura aplazan a mañana el despegue de Paz

REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Los vientos en la base aérea militar de Vandenberg (California, EE.UU.) provocaron hoy un nuevo retraso de 24 horas en el lanzamiento del satélite español Paz de observación de la Tierra, que con el aplazamiento de hoy extiende su reciente racha de contratiempos para su puesta en órbita.

A sólo diez minutos del despegue previsto a las 6.17 horas (14.17 GMT) y con todo listo en un frío amanecer en la base de Vandenberg con temperaturas cerca de valores negativos, SpaceX, la compañía propietaria del cohete Falcon 9 que debe poner en órbita al Paz, informó en su cuenta de Twitter que el lanzamiento se pospondría hasta mañana a la misma hora por “fuertes vientos de altura”.

El consejero delegado de SpaceX, Elon Musk, puntualizó en la misma red social que el aplazamiento a este jueves se hacía “asumiendo que los vientos serían mejores entonces” en la base de Vandenberg, unos 250 kilómetros al noroeste de Los Ángeles.

En principio se anunció que el despegue podría ser el 30 de enero de este año, más tarde que iba a ser el 10 de febrero, después el 17 de febrero, posteriormente que ocurriría el 18 de febrero y hasta poco antes de la hora prevista iba a ser hoy.

Algunas caras de resignación

A diferencia de las dos últimas ocasiones, las correspondientes al 17 y 18 de febrero, esta vez el aplazamiento del satélite Paz se explica por las condiciones atmosféricas en Vandenberg, mientras que en las anteriores las razones fueron de carácter técnico y por pruebas adicionales que debía llevar a cabo SpaceX en su vehículo espacial.

En Madrid, las instalaciones del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) acogieron hoy un acto para seguir el lanzamiento del primer satélite español de observación de la Tierra (los que hay ahora en el espacio son de telecomunicaciones) y al que acudió la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.

“Nosotros controlamos la tecnología, pero no el viento ni la meteorología”, dijo Santiago Bolíbar, presidente del Consejo de Hisdesat, propietaria, operadora y explotadora de Paz.

Bolíbar señaló que Paz está compuesto de alta tecnología y en estos casos hay que “minimizar los riesgos: esto es trabajar bien”.

En el mismo sentido se expresó Jose Guillamón, de Airbus Defence & Space España, contratista principal de esta misión, que tiene un coste de 160 millones de euros (incluido lanzamiento).

Según dijo a Efe, se trata de un proceso “normal”, aunque admitió que hoy había mucha expectación y todo el mundo está deseoso de que Paz despegue y salga todo bien.

Mañana jueves se intentará de nuevo el lanzamiento de Paz a las 06.17 horas (14.17 GMT).

El satélite Paz es un dispositivo con tecnología radar y de misión dual para aplicaciones militares y civiles.

Entre los posibles usos de Paz destacan, por ejemplo, las aplicaciones de inteligencia, cartografía, control fronterizo, evaluación de catástrofes naturales, urbanismo y planificación del territorio, observación del medioambiente y otros propósitos científicos.

Cien imágenes diarias

Paz podrá generar hasta cien imágenes diarias de alta resolución que, gracias a la tecnología radar, podrán ser captadas en cualquier momento del día sin depender de la luz del Sol o de las condiciones atmosféricas.

El satélite pesa unos 1.400 kilogramos y mide 5 metros de altura por 2,4 metros de diámetro.

Paz está configurado para poder dar 15 vueltas diarias a la Tierra a una altura de 514 kilómetros.

El proyecto del satélite Paz comenzó a gestarse en 2007 y sufrió un revés en 2015 cuando su lanzamiento, previsto con un lanzador del consorcio ruso Kosmotras, se pospuso debido al conflicto entre Rusia y Ucrania a causa de Crimea.

El satélite Paz -junto al satélite óptico de uso civil Ingenio, aún por lanzar- está incluido en el Programa Nacional de Observación de la Tierra del Gobierno español.