Informamos atentamente que la lucha de clases ha terminado; que los himnos obreros han sido totalmente erradicados; que se terminaron las huelgas, los pactos colectivos y los sindicatos sectoriales; que el burgués insaciable es cosa del remoto pasado; que la pobreza es simplemente vivir al estilo de las sectas contemplativas de Asia y que el hambre es una excelente opción adelgazante; que la alta “dirigencia obrera” ya no juega softbol, sino golf en el Country; y que todo el que el hoy denuncie injusticia salarial no es más que un necio que no entiende la naturaleza meramente simbólica del Primero de Mayo.