Sao Paulo.- El vicepresidente electo de Brasil, Geraldo Alckmin, será el coordinador del equipo de Luiz Inácio Lula da Silva para realizar el proceso de transición con el actual Gobierno de Jair Bolsonaro, que sigue en silencio tras su derrota electoral.
Así lo anunció este martes la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, en una rueda de prensa en Sao Paulo, donde dijo que Alckmin tiene toda la «legitimidad» para liderar el equipo de transición del presidente electo.
Hoffmann señaló que el primer asunto que será tratado por el equipo de transición será «la cuestión presupuestaria».
La transición de poder está recogida en la legislación brasileña y debe iniciarse 48 horas después de las elecciones, que venció Lula en segunda vuelta por una ajustada diferencia de 1,8 puntos porcentuales (50,9 % – 49,1 %) sobre el actual gobernante, Jair Bolsonaro.
El mandatario electo tiene derecho a nombrar un equipo con hasta 50 miembros que, hasta la investidura del próximo 1 de enero, tendrán acceso a las cuentas públicas, los proyectos y las iniciativas de la Administración saliente.
A pesar del silencio del líder ultraderechista, que se mantiene desde la noche del domingo, ya se iniciaron los primeros contactos entre aliados de Lula y miembros de la actual gestión.
Hasta el momento, los interlocutores del Ejecutivo han sido el vicepresidente, el general retirado Hamilton Mourao, y el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, cuya cartera es responsable del proceso de transición, de acuerdo con la legislación.
Alckmin, un político liberal de perfil conservador, era un antiguo adversario de Lula, con el que se reconcilió para hacer frente en los comicios a Bolsonaro, líder de la extrema derecha brasileña.
Su elección como compañero de fórmula fue un movimiento estratégico para reforzar el carácter centrista de la candidatura de Lua, que consiguió reunir en torno a su campaña a una decena de diferentes corrientes ideológicas, desde la izquierda hasta la derecha moderada.
Alckmin desempeñó buena parte de su carrera política como gobernador de Sao Paulo, el estado más poblado y rico del país, y también luchó por la Presidencia en 2006 y 2018.
En la primera de esas tentativas su adversario en el balotaje fue Lula, que gobernó el país durante dos mandatos, entre 2003 y 2010, y que ahora volverá al poder para un tercero.
Lula ya adelantó durante la campaña que su futuro gabinete «no será solo del PT», sino que en él «estarán presentes varios segmentos de la sociedad, petistas y no petistas».
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