París.- El presidente francés, Emmanuel Macron, agradeció este viernes a los servicios de emergencias de Annecy su rápida respuesta tras el apuñalamiento de niños ocurrido ayer en esa ciudad, y que ayudó a que por ahora no haya víctimas mortales.
Dos niños y un hombre siguen heridos muy graves, y otros dos pequeños siguen en estado grave, aunque todos se encuentran estables y las informaciones sobre su pronóstico «son positivas», dijo Macron a los miembros de esos servicios públicos.
«Podemos tener esperanzas por los niños y los adultos heridos», dijo, aunque pidió mantener la prudencia.
Macron viajó hoy a los Alpes, acompañado de su esposa, para visitar los hospitales donde están ingresados los heridos y reunirse con los familiares.
En la prefectura (delegación del Gobierno) de Annecy, felicitó a los policías y trabajadores de servicios sanitarios y emergencias por su rápida reacción.
«Os debemos mucho», afirmó Macron, quien habló «en nombre de la nación» para recordar que «cuando llega lo peor», los servicios públicos reaccionan «como un todo orgánico» y «una fuerza que se organiza» para «proteger y acudir en nuestra ayuda».
Inicialmente, el presidente estuvo más de una hora en el Hospital Universitario de Grenoble, hablando con los familiares de tres de los niños y del hombre de 78 años que sufrió heridas muy graves al intentar protegerlos.
En su intervención, Macron también elogió el valor y la generosidad de varios ciudadanos que se interpusieron entre el agresor y sus víctimas.
En concreto, departió brevemente con Henri, un joven de 24 años conocido ya en Francia como «el héroe de la mochila», tras haber aparecido en vídeos de teléfonos móviles enfrentándose al autor y haciéndole retroceder mientras esgrimía su mochila como protección ante el cuchillo del atacante.
Mientras tanto, la detención del autor ha sido prolongada, anunció hoy la fiscal de Annecy, Line Bonnet-Mathis.
El detenido no ha podido ser interrogado, ya que lo impide su estado de elevada agitación. Sin embargo, una evaluación psiquiátrica determinó que puede continuar bajo custodia policial.
Se trata de un sirio cristiano de 31 años, que había recibido el estatuto de refugiado en Suecia hace diez años. Llegó a finales del año pasado a Francia, que el pasado día 4 rechazó la solicitud de asilo político.