Macron pide liberar rehenes y fin de la guerra en Gaza tras muerte del líder de Hamás

"Este día es un punto de inflexión además de un éxito militar de Israel. Debe aprovecharse esta oportunidad para que todos los rehenes sean liberados y para detener por fin esta guerra", dijo en una rueda de prensa posterior a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Bruselas.- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró este jueves que la muerte en un operativo israelí del líder de Hamás, Yahya Sinwar, es un «punto de inflexión» de la guerra, que debe derivar en la liberación de todos los rehenes y en el fin del conflicto.

«Este día es un punto de inflexión además de un éxito militar de Israel. Debe aprovecharse esta oportunidad para que todos los rehenes sean liberados y para detener por fin esta guerra», dijo en una rueda de prensa posterior a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Macron defendió así «poner fin a las actividades militares» y llamó a «aceptar un alto el fuego en Gaza» y a «abrir una perspectiva política para los israelíes y los palestinos».

El presidente francés subrayó también que «después del fin de la guerra en Gaza habrá que dar a Israel garantías para su seguridad» y defendió también la necesidad de «reformar la Autoridad Palestina» y de «avanzar hacia la solución de los dos Estados».

«En lo inmediato es necesario un alto el fuego, multiplicar urgentemente las operaciones humanitarias, que aun están en su punto más bajo, y avanzar para que cese la violencia perpetrada por colonos contra palestinos en Cisjordania», añadió.

Nacido en un campo de refugiados de Jan Yunis, ciudad del sur de Gaza, Sinwar fue elegido líder de Hamás en Gaza en 2017 tras labrarse una reputación de enemigo acérrimo de Israel y el pasado 6 de agosto -tras el asesinato en Teherán del entonces jefe del buró político, Ismail Haniyeh- fue escogido para ocupar el máximo puesto en el organigrama del grupo islamista.

Representaba la línea más dura y beligerante del grupo y está considerado por Israel el cerebro de los ataques del 7 de octubre contra territorio israelí en los que murieron unas 1.200 personas y otras 250 fueron tomadas como rehenes, lo que le convirtió en el hombre más buscado por Israel.