SANTO DOMINGO. – Consternados están los moradores de la comunidad Doña Ana, en la provincia de San Cristóbal, luego de que un hombre asesinara y mutilara a su expareja el pasado fin de semana.
La gente estupefacta dice que no había visto nunca un crimen de esta magnitud en la comunidad.
Miriam Guzmán, madre de la occisa, narró que tras las constantes amenazas y agresiones que recibía su hija puso la denuncia en la fiscalía de San Cristóbal. Pero no le pusieron atención alegando que quien tenía que ir a firmar la denuncia era su hija. “Yo me estoy muriendo, no tengo a mi hija”.
“Ese es un animal, yo fui a la fiscalía a buscar ayuda dije que estaba con un hombre que la quiere matar y me la mató, porque la fiscal no me ayudó”.
La madre contó que el confeso asesino la asechaba y le daba golpes a su hija y que por esa razón ella decidió denunciarlo.
“La cárcel no es suficiente, él descuartizó a mi hija, no me dejó nada para que yo la viera”, dijo la madre.
Como una mujer buena, trabajadora y responsable, así Miriam describió a su hija Eduarda Díaz, quien tenía cinco meses de embarazo cuando fue asesinada por su expareja.
Guzmán narró a Noticias SIN, que su hija no era de la calle y que no se metía con nadie, pero “encontró ese psicópata que la involucró”.
Con pesar y tristeza, la madre narró que el hombre había amenazado con matarla muchas veces.
“Yo soy madre mi hija me duele”, suspiró.
La madre mencionó que Eduarda tuvo que cambiar la ruta de que usaba para ir al trabajo porque el hombre la “asechaba y no la dejaba en paz”.
Con los ojos llorosos, Guzmán dijo que ese hombre “no pagará lo que le hizo. La cárcel no es suficiente”.
“Aquí no hay palabras qué decir tá pica mi hija él la picó”, esas fueron las palabras de la madre quien solo espera que le entreguen el cuerpo de su hija para darle “santa sepultura”.
Brigido Díaz, padre de la joven, dijo que el hombre la amenazaba constantemente y que en varias ocasiones fue hasta el frente de su casa.
“Lo que ese hombre hizo con ella eso no tiene comparación, eso solo lo hacen los asesinos, los criminales”, dijo el padre.