Después de más de una década de búsqueda incansable, María Virginia Dorrejo ha anunciado con gran alegría el reencuentro con su hijo Dorian. La noticia, publicada en su cuenta de Instagram, marca el cierre de una dolorosa y prolongada separación que comenzó en 2011.
María Virginia Dorrejo, quien ha mantenido la esperanza y la búsqueda constante durante estos años, compartió su emoción con sus seguidores en una publicación conmovedora: “Con gran alegría, comparto con ustedes que finalmente he encontrado a mi hijo Dorian. Agradezco profundamente a todas las personas, instituciones y medios de comunicación por su apoyo y acompañamiento durante estos más de 13 años de búsqueda incansable. Como madre, les pido encarecidamente ser empáticos con él y con nuestra familia, respetando nuestra intimidad. Ahora es tiempo de reconstruir nuestras vidas con amor y sosiego. Dios ha sido fiel, y a Él le doy toda la gloria y honra por siempre. Gracias, gracias, gracias.”
El drama se desató el 4 de marzo de 2011, cuando el padre suizo del niño, Marcó Aurelio Giuseppe Streit, convirtió una visita supervisada en la fiscalía de Niños, Niñas y Adolescentes en una angustiosa huida. En un acto de desesperación y traición, Streit se llevó a Dorian, un pequeño de apenas 8 años, alejándolo de su madre y cruzando fronteras en una fuga que dio comienzo a una interminable y dolorosa búsqueda. Así empezó el calvario de María Virginia Dorrejo, quien, despojada de su hijo, se lanzó a un incansable peregrinaje en busca de su amado niño.
En una declaración previa en febrero de 2023, María Virginia había expresado su amor y añoranza por su hijo, diciendo: “Mi amado Dorian, mi Pochi, feliz cumpleaños. Un día como hoy naciste para llenar de alegría mi vida, sin imaginar que atravesaríamos por un proceso tan difícil de separación. Hoy celebro tu vida implorando a Dios que te me dé sabiduría, que te me proteja y que te guíe hasta nuestro hogar aquí en Puerto Plata, República Dominicana. Te extraño y como siempre te digo en cada uno de los videos que hago para ti, no ha habido un momento en que no piense en ti y que no te busque. Te mando besos, abrazos, te mando mi corazón, te mando mi alma.”
El reencuentro de María Virginia y Dorian no solo pone fin a una larga batalla que envolvió a organismos de seguridad internacionales, sino que también simboliza el poder de la perseverancia y el amor incondicional de una madre. Ahora, la familia tiene la oportunidad de comenzar de nuevo, con la esperanza de reconstruir su vida juntos en paz y armonía.