Cancún, Quintana Roo. – Después de cuatro años y medio de una búsqueda incansable, María Dolores Patrón Pat, madre de Francisca Mariner Flores Patrón, finalmente localizó a su hija. El cuerpo de Francisca, desaparecida desde el 22 de junio de 2020, estuvo todo este tiempo en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Cancún, sin ser identificado debido a negligencias en los procesos forenses.
Francisca, quien tenía 17 años al momento de su desaparición, fue encontrada un mes después, el 21 de julio de 2020, en un área verde de la Supermanzana 105 en Cancún. La causa de su muerte fue un traumatismo craneoencefálico por un disparo. Sin embargo, la familia no fue notificada, y los restos permanecieron en el Semefo durante años mientras María Dolores realizaba protestas, búsquedas en cenotes, hospitales y selvas, y lideraba el colectivo Madres Buscadoras de Quintana Roo.
A través de sus redes sociales, María Dolores anunció con dolor y gratitud el hallazgo de su hija: “Hoy está en casa, un lugar de donde nunca debió salir”. También ofreció disculpas a la ciudadanía por las movilizaciones y bloqueos realizados en su búsqueda, explicando que eran la única forma de presionar a las autoridades para que trabajaran.
«Espero que hoy puedan entender por qué lo hacía. No es fácil vivir con la ausencia de una hija, crecer a una bebé sin saber decirle por qué no está su madre», expresó la madre, visiblemente conmovida.
La Fiscalía de Quintana Roo reconoció las fallas en el proceso de identificación y ha iniciado una investigación contra funcionarios de administraciones anteriores. Pese a las múltiples pruebas de ADN realizadas desde 2022, fue necesario tomar una muestra de la hija de Francisca para confirmar la identidad de los restos en noviembre de 2024.
Esta negligencia evidencia las carencias del sistema forense en Quintana Roo, donde más de 750 cuerpos permanecen sin identificar, a pesar de los «estrictos protocolos» prometidos por las autoridades.
El caso de Francisca es un reflejo de la violencia de género que persiste en Quintana Roo, uno de los estados con mayores índices de violencia familiar y de pareja en México. Según datos oficiales, de enero a junio de 2024, el estado registró 12,553 casos de violencia de pareja y 13,760 delitos de violencia familiar.
María Dolores es un símbolo del amor incondicional de miles de madres que, incluso en vísperas de Navidad, seguirán pegando fichas de búsqueda y protestando con la esperanza de encontrar a sus hijos.
Su lucha no solo ha llevado a Francisca de vuelta a casa, sino que también pone en evidencia la urgencia de reformar los mecanismos de justicia y atención forense en México.