SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando las autoridades y la Justicia fallan en la prevención y las medidas coercitivas o reactivas frente a la criminalidad y la delincuencia, la frustración, impotencia e indefensión se apoderan de los ciudadanos.
Un ejemplo dramático de esta grave debilidad y de la mala señal que envía a toda la sociedad es el drama de Josefina Arias, una mujer desfigurada con ácido del diablo y cuya vida se ha tornado infeliz y desgraciada.
Mientras las debilidades de nuestro sistema carcelario y judicial permitieron que su ex pareja, acusado de ordenar la criminal agresión, saliera libre antes de cumplir con las medidas de coerción, ella ha sido condenada a ver y soportar la impunidad de que gozan sus verdugos.
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Este monstruo dirige abiertamente varios negocios y realiza inversiones en Baní sin ser molestado por ninguna autoridad y solo ahora, a raíz de un reportaje difundido en El Informe y el noticiero de SIN, se habla de que es buscado y de que existe una orden de captura.
¿Qué burla y descaro es éste? ¿Cuándo se había informado de esta búsqueda, de los mecanismos que se habían empleado y de los resultados obtenidos? ¿Que qué utilizó este verdugo para que le variaran a presentación periódica las medidas de coerción y salir libres, como si nada hubiera sucedido?
Las autoridades, esas que le han fallado a Josefina y a la sociedad en su conjunto, están en la obligación de explicar de qué influencias o poderes se ha valido este mago del crimen.
Ante la farsa de una autoridad incompetente e irresponsable que le ha fallado a Josefina, en SIN pondremos un SE BUSCA permanente con la fotografía del autor intelectual de su desgracia hasta que sea nuevamente detenido, juzgado y condenado por su incalificable acción. De lo contrario, los feminicidios y las agresiones a mujeres indefensas seguirán con su sangrienta estela de dolor y sufrimientos.