x

Mal negocio

Pero el escándalo Odebrecht es distinto a casi todos los embrollos mafiosos anteriores. Existe interés legítimo en el caso en instancias judiciales extranjeras, dispuestas a suplir la falta de voluntad o entereza de autoridades dominicanas, si por cualquier motivo resultan incapaces de hacer Justicia.

José Báez Guerrero
Escuchar el artículo
Detener

Abandonar toda esperanza, presumiendo que perdimos la batalla contra la impunidad en el caso Odebrecht, puede apurar la conclusión de que fuimos desfachatadamente estafados. Ese análisis asume como definitivas las componendas para malograr el proceso judicial, negociando impunidad para imputados y cómplices aun sin encartar.

Pero el escándalo Odebrecht es distinto a casi todos los embrollos mafiosos anteriores. Existe interés legítimo en el caso en instancias judiciales extranjeras, dispuestas a suplir la falta de voluntad o entereza de autoridades dominicanas, si por cualquier motivo resultan incapaces de hacer Justicia. Por tanto, “¡no os desesperéis!”. No se trata sólo de los millones pagados en sobornos ni de las sobre-valuaciones, sino que dejarnos vencer hoy por Odebrecht traerá mañana consecuencias mucho peores que cualquier trauma actual, por mayúsculo que sea.

Ahora hiede a rata podrida, cuando apenas comenzamos; si no desinfectamos bien, el hedor hará el ambiente político irrespirable. Ninguna democracia sobrevive la podredumbre de sus fundamentos… ¿Valdrá la pena sacrificar medio siglo de libertad por la impunidad de los malandros de Odebrecht?

Comenta con facebook