x
27 Abril 2024

Mamá

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Por cualquiera que sea la circunstancia de la vida, o por un desliz, cualquier mujer pudiera convertirse en mamá.

Dios dotó de esa intuición de mamá a las mujeres con el fin de preservar a la especie humana. Si no hubiese sido por ese instinto maternal lo que ellas harían cuando tienen a esa criatura  pequeña, fea y arrugada la tirarían al zafacón de la basura.

Sin embargo, la ven preciosa, la miran o lo miran embobadas y se disponen a cuidarla o cuidarlo para toda la vida, hasta que uno de los dos pase a vivir en la presencia de Dios. Para la mamá no importa la edad que las hijas o hijos tengan siempre para ellas serán sus niños.

Ser mama es muchísimo más que triunfar en los estudios, que tener una buena profesión o carrera, o que estar delgada o con un buen cuerpo. Ser madre es sonar narices, lavar pañales y sufrir cuando la hija o el hijo están enfermos. Es ejercer la vocación de ser mamá las 24 horas del día. Es preocuparse porque se acuesten temprano, porque saquen buenas notas en la escuela, porque no fumen, porque no tomen, y porque tomen más leche. Ser mamá es preocuparse por que se laven bien los oídos, por las vacunas, por que se laven los dientes varias veces al día. Es preocuparse porque las novias o novios sean personas que valen la pena y son personas de bien. Ser mamá es desvelarse y esperar a que su hija o hijo regresen a casa después de una fiesta, y así ya puede dormir tranquila. Es también el temblar cuando la hija o hijo aprenden a manejar un auto. O solo sentirse impotente cuando alguno de ellos tiene que sufrir alguna cirugía por muy pequeña que sea. Ser mamá es llorar a solas para que nadie la vea, y apretar los dientes  cuando alguno de los dos está triste, y alegrarse cuando la hija y el hijo están alegres por cualquier motivo. Es el servir de maestra, cocinera, chofer, consejera, médico y mecánico para su hija o hijo cuando ella o él lo necesita.

Ser mama es entregarse sin esperar que le den ninguna recompensa material, solo el saber que ha cumplido con el deber que Dios le encomendó de ser madre. Es dar su amor incondicionalmente, aun cuando no sea reciproco. Es aquella que se alegra y llora cuando la visitan así sea una vez al año, o el día de las madres.

El más grande de los defectos que tienen las madres es que pasan a vivir en la presencia de Dios antes que las hijas o hijos puedan agradecerles todo lo que han hecho por ellas o ellos, es por eso que te digo a ti que me estás leyendo en estos momentos que las quieran, que las mimen ahora mientras están aquí viviendo en este mundo, porque cuando pasen a vivir en la presencia de Dios como es el caso mío, ya será demasiado tarde para decirles cuánto la amas.

Termino con este versículo número 10 del Libro de Tobías que dice: “Edna dijo a Tobías. Hijo querido, ojalá vuelvas  para que yo vea a tus hijos antes de morir. Confío mi hija a tu protección. No le causes tristeza”.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

 

 

Comenta con facebook