Margarita Cedeño es vicepresidente de la Republica en el actual gobierno que preside Danilo Medina; llegaron al poder a través del PLD, partido que hasta hace poco, presidia su esposo, Leonel Fernández. Renunció al mismo porque como precandidato a la presidencia, perdió de Gonzalo Castillo. Muy disgustado, formó otro, La Fuerza del Pueblo.
Su esposa, Margarita, no ha decidido que hará; está acostumbrada a estar como en una hamaca, mecida por un lado por Danilo, presidente de la Republica y por el otro por Leonel quien presidió el PLD por décadas, y hoy, lo abandona diciendo que “el PLD de Juan Bosch, ya no existe”. Eso lo sabemos, hace mucho que él eliminó sus principios.
Danilo explica la conducta de Leonel diciendo que” Leonel no puede vivir sin ser candidato o presidente de la Republica”. De ahí que, sin importarle las consecuencias, lo dividió, tomo lo que le convenia y salió a buscar “otra escalera”.
Margarita, está analizando los hechos. ¿Qué criterios, esgrimirá para decidir? Dicen que ama a Leonel, es su marido, viven bajo el mismo techo, la convirtió en Primera Dama. Pero también ama al PLD, le abrió las puertas; y ama a Danilo quien la puso en la boleta, la llevo a ocupar la Vicepresidencia y le entrego el gabinete social para que ejecutara, con libertad, obras sociales, que le han permitido despertar afectos en la población.
Ella pide al Todopoderoso, que la ayude a tomar la decisión más atinada. ¿Pensara en su bienestar o en la población? Ojalá piense en los pobres, en la nación. A veces los ayudamos, saliendo del escenario.
Dicen que Margarita ama y apoya a Leonel y para despejar dudas, lo beso públicamente en plena campaña, pero el perdió y decidió abandonar la casa del PLD. ¿Qué hará Margarita? Los matrimonios deben estar unidos en las buenas y en las malas. Leonel esta atravesando un mal momento. Necesita consejos íntimos, de alcoba.
Margarita esta entre fuego cruzado. Si decide seguir su esposo, la comprendería; el amor no tiene barrera. Además, prestaría un magnifico aporte a la nación, serenándole su espíritu; enseñándolo a mantenerse ecuánime, pierda o gane; a sacrificarse en el momento preciso, ¡a cuidar la nación!
Si realmente ama su esposo en las buenas y en las malas, debe correr a su lado; sus consejos desinteresados, lo harán comprender que la vida es un compartir, un ceder el paso, que hay otras alternativas para ayudar la nación.
Por otro lado, más que en su bienestar, Margarita debe pensar en el pueblo que le ha dado tantas oportunidades. Afortunadamente, ella no es “chapeadora”; es una mujer, una madre, que ha escalado y en nombre de todas debe dar los mejores ejemplos. Puede decidir quedarse solo como vicepresidente. Si renuncia del Gabinete Social, Danilo la comprenderá y encontrará rápidamente quien se ocupe del mismo. También puede irse al partido de su esposo; o quedarse en el PLD pero actuando con honestidad.
Indiscutiblemente, los que se guían por firmes principios y pensando en el bien común, difícilmente se pierden en medio de una crisis; más bien, se mantienen serenos, buscando mecanismos para impedir que los ambiciosos alteren la paz y confundan al pueblo.