Santo Domingo.- Oriunda de Baoruco y de origen humilde, Marisol Zenteno, se fue a los Estados Unidos a temprana edad y hoy compite por convertirse en la próxima tasadora del condado de Miami.
«Nací en Tamayo, municipio de Baoruco en una familia humilde. A los 9-10 años mi padre nos hizo la residencia y nos mudamos al Bronx, New York. Como muchas otras familias en la República, mis padres se separaron y pasé mucho tiempo bajo la tutela de mis abuelos. Cuando tenía 12 años regresamos a Santo Domingo estudié en el Colegio Santa Clara. Me gradué en el Liceo Ramón Emilio Jiménez», narró Marisol.
Según cuenta, regresó a los Estados Unidos después de su graduación en el Liceo Ramón Emilio Jiménez, allí se casó y tuvo dos hijos. «Tuve la gran bendición de poder quedarme en casa con ellos. Cuando empezaron la escuela primaria, decidí regresar a trabajar en una profesión que me diera flexibilidad para poder llevarlos y recogerlos de la escuela».
Es aquí donde empezó a estudiar para ser tasadora de propiedades en el sector privado. Obtuvo y actualmente posee la más alta licencia en esta profesión en Florida, State General appraiser.
«Cuando mis hijos se graduaron del bachillerato cambié del trabajo al sector público en la Oficina del Tasador de Propiedades del condado, donde estoy desde hace casi 10 años».
Su carrera en ese departamento la motivó a ir por más y en 2020 tomó la decisión de aspirar para convertirse en la tasadora del condado Miami, siendo la segunda mujer optar por esta posición y la primera dominicana en hacerlo.
«Me motivé a correr para esta posición electiva porque vi la necesidad de ser más transparente y
ayudar a la comunidad. Mis estudios profesionales, mi experiencia en la oficina en conjunto con mis
actividades cívicas se combinan para hacer de mi la mejor candidata para la posición. Me lancé en
el año 2020 contra mi jefe y obtuve casi un 47% – más de 180,000 personas votaron por mí. El
periódico The Miami Herald (El más importante en el Sur de la Florida) me endoso, al igual que la
unión de trabajadores a la que pertenezco».
Zenteno atribuye la derrota de esa elección varias razones: se enfrentó a un incumbente que ocupó la
posición desde el 2008; fue candidata por primera vez sin el reconocimiento de los votantes y con poco recursos; su campaña se desarrolló en medio de las restricciones de la pandemia del Covid-19.
«El sistema político está para mantener a personas de humildes recursos fuera del Sistema. Tuve
que pagar casi $7,000 solo por la inscripción. También tuve que tomar una licencia sin pago porque
soy empleada pública, mientras que mi jefe no lo tuvo que hacer y pudo usar su posición como
incumbente para hacer campaña», denunció Zenteno.
Pero esta derrota la impulsó no puso fin a sus aspiraciones, sino que la motivó para contraatacar con más fuerza.
«Una de mis propuestas es más accesibilidad a la Oficina al tener varias localidades a través del condado. También, ayudar a los contribuyentes saber cómo ahorrar en sus impuestos y sobre todo cómo evitar caer en trampas donde perderían sus excepciones. Una de las razones que tuve endosos fue porque nuestra oficina era la única en el condado que no tenía traducción… ni siquiera al español, imagínate, en un condado donde más del 52% de los habitantes nacieron fuera del país», explicó.
A través de su experiencia, vivencias y logros en los Estados Unidos, Zenteno, le dice a cada dominicano e inmigrante que pueda verse reflejado ella que «sigan sus sueños, den pasos seguros, con propósito para alcanzar sus metas. Aquí (en los Estados Unidos) hay grandes oportunidades si uno es decido y dedicado».
«Esto es especialmente significativo para las mujeres, componemos la mayoría de la población y cargamos en nuestros hombros las responsabilidades familiares. Dejamos a un lado quienes somos, nuestros sueños y esperanzas. Entiendo que todo funciona a su debido tiempo, pero hay que tener sueños, metas y deseos para llegar al triunfo», concluyó Zenteno.
