CIUDAD DE PANAMÁ.- El expresidente de Panamá Ricardo Martinelli enfrentará desde el martes un nuevo juicio por el caso de las escuchas ilegales durante su mandato (2009-2014), después de la anulación del primero, en el que fue declarado «no culpable» de cuatros delitos, incluida malversación.
En este nuevo juicio, que se espera comience mañana en una sede de tribunales en la capital panameña, Martinelli enfrentará solo dos delitos: interceptación de telecomunicaciones y seguimiento, persecución, y vigilancia sin autorización judicial, por lo que se expone a una pena de hasta ocho años de cárcel.
Martinelli, de 69 años y quien siempre ha dicho ser inocente, ordenó interceptar las telecomunicaciones de más de un centenar de personas, entre ellas empresarios, políticos rivales e incluso aliados suyos, y periodistas, de acuerdo con la acusación.
Este caso, conocido como «pinchazos», ha sido largo y complicado. Comenzó en junio del 2015 en la esfera de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) porque entonces Martinelli era diputado centroamericano y gozaban de esa prerrogativa.
Tras ser extraditado el 11 de junio de 2018 por Estados Unidos, donde estuvo preso un año batallando contra su entrega a Panamá, Martinelli renunció a la diputación regional, por lo que el caso pasó a la Justicia ordinaria.
Un tribunal declaró el 9 de agosto de 2018 «no culpable» a Martinelli de cuatro delitos relacionados con el espionaje y malversación de fondos públicos, por los que la Fiscalía pedía un máximo de 21 años de prisión.
Pero tras un recurso presentado por la Fiscalía y los querellantes, un tribunal de Apelaciones anuló el fallo y ordenó un nuevo juicio solo por dos delitos, lo que generó críticas de parte de las supuestas víctimas.
LA ESPERANZA DE LOS QUERELLANTES
«Las víctimas de los actos abusivos cometidos por el expresidente Ricardo Martinelli y sus abogados, los querellantes, tenemos confianza en que el sistema judicial va a sentar el próximo martes a este señor», dijo a Efe el abogado querellante, Carlos Herrera.
Los querellantes acusan a la defensa de Martinelli de intentar frenar el proceso con la presentación de múltiples recursos legales, que no prosperaron en los tribunales, para impedir el nuevo juicio.
Herrera alertó que el expresidente «tiene la intención de hospitalizarse el día lunes por una supuesta operación de la columna vertebral», en una supuesta nueva maniobra para evitar el inicio del juicio.
El exgobernante, que durante el juicio alegó repetidamente problemas de salud, creó un nuevo partido, el Realizando Metas, con el que pretende presentarse a las elecciones de 2024, y denuncia que el nuevo juicio es parte de una «persecución» para inhabilitarlo políticamente.
En Panamá, además del caso «pinchazos», Martinelli está imputado y tiene medida de prohibición de salida del país por el delito de lavado de dinero en otros dos procesos, el de Odebrecht y el conocido como «New Business», vinculado a la compra de un conglomerado de medios.
En España, la Audiencia Nacional ordenó este año investigar a Martinelli por presuntos delitos de corrupción en transacciones internacionales y blanqueo de dinero producido, al menos parcialmente en España, en una causa que involucra a la constructora FCC y en la que el expresidente ostentará la condición de investigado, es decir imputado.
Dos hijos del expresidente panameño, Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, están detenidos desde hace casi un año en Guatemala por pedido de EE.UU., que los pide en extradición por el caso Odebrecht.