Más amor que corrección

Inicia el año escolar y se convierte en el tema obligado.

Este inicio nos cambia la vida a todos y todas, ya que no sólo afecta el presupuesto, la rutina y los tiempos de interacción de las familias que inician esta nueva meta, sino a todos los dominicanos. Basta dar una mirada y nos percataríamos del tránsito de la ciudad, que cambia desde muy temprano en la mañana y en las horas pico.

En un país donde la educación está a cargo de las familias y los temas son recurrentes cada julio y agosto con noticias acerca de aumento del costo de libros, mensualidad, reclamos del gremio de los maestros, falta de aulas, presupuesto y demás, es muy fácil caer en el pesimismo, la amargura y el mal humor en la intimidad de las familias a propósito de este inicio.

Sabemos que es difícil, pero la propuesta es hacerlo con alegría y entusiasmo, superando la realidad e intentando vivirla de manera distinta mientras ella cambia. De eso se trata la felicidad, de asumir de manera diferente lo irremediable de una situación.

La tarea escolar amerita esfuerzo de toda la familia en alguna medida y sobre todo para los padres y madres, de manera que si entramos con este ánimo se deteriorará muy rápido la relación en esta área con los hijos y las hijas. Esto así porque los padres se crean expectativas del rendimiento de sus hijos coherentes al esfuerzo material y emocional que hacen y esto no necesariamente tiene que ser así.
Cuando las condiciones son adversas y los resultados no dependen de nosotros nos convertimos en vulnerables a reacciones fuera de control y violencia, de manera que es un llamado a estar pendientes como adultos de las respuestas frente a un tema tan importante como la educación y el futuro de los hijos.

Los padres y madres tenemos la responsabilidad de educar, disciplinar y dirigir el orden en la familia, pero a veces por ignorancia, nos desgastamos en imponer un control que podría resultar dañino para preservar el vínculo, que al final es lo más importante.

Disciplinar es una responsabilidad que amerita más amor que control, un amor sano que acepta, guía, observa y deja ser. Un amor que está ahí no para decir «Te lo dije», sino para acompañar en la dificultad, el dolor y la alegría.

En los años 70 estuvo de moda una forma de describir el amor que nos sirvió para expresarlo de manera creativa a todos los que hoy tenemos más de 40, me encantaría aplicarla a este tema en una fórmula concreta que les ayude a recordar:

Amor es…..iniciar el año escolar con alegría.

Amor es…..motivarlos a disfrutar más que a sacar buenas notas.
Amor es…..permitirles que hagan solos lo que son capaces de hacer.
Amor es…..estimular cada logro y no destacar cada error.
Amor es…..estimular en público y corregir en privado.
Amor es…..mantener comunicación con el colegio sin atosigar ni acosar.
Amor es…..valorar más el esfuerzo que la calificación.
Amor es…..permitir que decidan lo que quieren hacer en la vida.
Amor es…..estar presentes sin quitarles a ellos el protagonismo en sus vidas.

solangealvarado@yahoo.com

@solangealvara2