Nairobi.- Más de 270 personas que se hacían pasar por manifestantes fueron detenidos este martes en Kenia en las protestas contra el Gobierno impulsadas por jóvenes, informó la Policía, que este miércoles indicó que busca a cerca de cuarenta sospechosos de delitos cometidos durante las movilizaciones.
«En Nairobi y sus alrededores fueron detenidos 204 sospechosos, 35 en la región costera, 18 en Nyanza (oeste) y 11 y 4 en el valle del Rift y las regiones orientales, respectivamente», precisó la Dirección de Investigaciones Criminales (DCI, en inglés), un departamento del Servicio Nacional de Policía.
«Las fuerzas de seguridad de todo el país señalaron a sospechosos que participaban en actividades delictivas con el pretexto de protestar y los detuvieron», explicó la DCI en un cuenta de la red social X.
«La DCI ha desplegado, además, investigadores escrupulosos en las regiones afectadas para perseguir a los sospechosos capturados en cámaras de circuito cerrado de televisión y grabaciones de teléfonos móviles que roban y destruyen violentamente propiedades y negocios de ciudadanos inocentes», agregó el departamento policial.
Las manifestaciones de este martes comenzaron en calma pero degeneraron en violencia, ante la que la Policía reacción disparando gases lacrimógenos e incluso munición real contra multitudes que lanzaban piedras y saqueaban negocios en Nairobi y otras ciudades.
Las movilizaciones, que se repiten desde el pasado 18 de junio y empezaron con un tono pacífico, se han ido tornando violentas por la intromisión de matones, según alegan los convocantes.
Las protestas, que surgieron como una reacción contra un proyecto de ley que contemplaba una subida de impuestos, se han trasformado en manifestaciones que ahora piden la dimisión del presidente de Kenia, William Ruto, y rechazan la corrupción y la mala gobernanza, entre otras reivindicaciones.
Ruto decidió no firmar el pasado 26 de junio el controvertido proyecto de ley y anunció la retirada de esa iniciativa legislativa, a fin de atajar su peor crisis desde que llegó al poder en septiembre de 2022.
Pero continúan las movilizaciones, que no cuentan con líderes oficiales y son impulsadas en las redes sociales por jóvenes de la llamada ‘generación Z’ (nacidos entre mediados de la década de los 90 del siglo XX y la primera década del siglo XXI).
La respuesta de las fuerzas de seguridad ha dejado al menos 39 muertos desde el pasado 18 de junio, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).
También hubo al menos 361 heridos y se registraron 32 casos de desapariciones forzadas, señaló esa entidad reguladora el pasado lunes.
Gracias a la ubicación geoestratégica de Kenia y sus políticas económicas, este país a menudo es identificado por la comunidad internacional como una potencia estabilizadora del Cuerno de África y un socio fiel de Occidente.
El país destaca como una de las economías de más rápido desarrollo de África, pero las desigualdades persisten y uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial.