BAGDAD.- Al menos 41 personas murieron y varias resultaron heridas por un incendio que se originó en un hospital de la ciudad de Nasiriya, en el sur de Irak, por la explosión de una bombona de oxígeno en el centro de salud destinado a aislar a los pacientes infectados por el coronavirus.
La televisión estatal Al Iraquiya informó de que las víctimas mortales ascienden a 41 por el momento, además de existir un número indeterminado de heridos por asfixia y otras causas.
La emisora, que citó una fuente de la provincia de Di Qar, donde se encuentra Nasiriya, agregó que los bomberos y equipos de la defensa civil lograron apagar el incendio en el hospital Al Husein.
El primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, mantuvo una reunión de emergencia con varios miembros de su gabinete para abordar lo sucedido, según un comunicado de su oficina.
El director de Salud de la provincia de Di Qar, Sadam al Tawil, presentó su dimisión poco después del suceso y el Gobierno provincial decretó tres días de luto.
Por su parte, el presidente del Parlamento iraquí, Mohamed al Halbusi, señaló a través de Twitter que «la catástrofe del Hospital Al Husein es otra evidencia del fracaso a la hora de proteger las vidas de los iraquíes, y es hora de poner fin a este catastrófico fracaso».
Medios de comunicación árabes difundieron imágenes de personas congregadas frente al hospital para protestar por esta nueva tragedia, después de la que se registró el pasado mes de abril y que dejó más de 80 muertos en circunstancias similares.
En el hospital de Al Jatib, en el sureste de la capital Bagdad, también explotaron bombonas de oxígeno destinadas a los enfermos de Covid-19, provocando un gran incendio que causó la muerte de 82 personas y heridas a más de un centenar.