Bogotá.- Un total de 539,959 de migrantes cruzaron en 2023 el Tapón del Darién, una peligrosa selva que separa a Colombia de Panamá, informó este martes Migración Colombia, que detalló que 445,380 de ellos salieron por las poblaciones de Necoclí y Turbo.
La cifra es mayor que la reportada por las autoridades de Panamá que informó que el año pasado utilizaron ese paso 520,085 migrantes, es decir 19,874 menos que las registradas por Colombia.
Para el director general de Migración Colombia, Fernando García, esa cifra es «la confirmación de que los flujos irregulares se vienen doblando año tras año».
«En el Darién los flujos irregulares han alcanzado en 2023 más de 500,000 personas, seres humanos que pasan a los Estados Unidos al ‘sueño americano'», lamentó el funcionario.
Explicó que a esas personas se les «frustró el sueño de vivir en su propio país debido a crisis sociales, económicas, políticas, procesos de violencia y recientemente a crisis que tiene que ver con el medio ambiente y el cambio climático».
De acuerdo con el Observatorio de Migraciones, Migrantes y Movilidad Humana de Migración Colombia, que fue presentado hoy en Bogotá, la mayoría de la población migrante es venezolana, que se concentran en las poblaciones de Necoclí y Turbo para salir, principalmente, hacia Estados Unidos.
Según las cifras, 298.356 venezolanos (66,99 %) salieron de estas dos poblaciones. En segundo lugar estuvieron los ecuatorianos que con 49,079 fueron el 11,02 % de los migrantes indocumentados.
Los haitianos constituyeron el tercer mayor grupo de población que utilizaron ese paso con 42,737 (9,60 %).
Destaca el aumento de ciudadanos chinos que pasaron por el país de forma ilegal pues según el Observatorio lo hicieron 22,587, un aumento de 4,2 puntos porcentuales. Le siguieron los de Afganistán (2,962), de Chile (2.440) e India (1,653).
Para García las cifras de Colombia y Panamá en cuanto a migrantes irregulares ocurre porque la gente utiliza varias vías y no necesariamente los departamentos de Antioquia y Chocó.
Recordó que últimamente hay un significativo aumento de migrantes irregulares que utilizan como punto de salida la isla de San Andrés para llegar a México.
Además viajan por el Pacífico colombiano. Parten de Bahía Solano (Chocó) hasta la localidad de Jaque, en Panamá.
«La frontera entre Colombia y Panamá es porosa, pero en Panamá están obligados (los migrantes) a reunirse en tres puntos porque es allí en donde hay autobuses que atraviesan Panamá y siguen hacia Costa Rica», explicó García.
Destacó que los migrantes irregulares utilizan otros puntos de partida como Capurganá, el último pueblo colombiano antes de la selva, y también lo hacen desde la localidad chocoana de Sapzurro, en el Pacífico.
«Este conjunto de rutas tienden a acumularse en Panamá porque cada vez hay menos paso y en Panamá buscan la vía Panamericana para poder seguir a Costa Rica», concluyó el funcionario.
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