Lisboa.- Casi 1.500 bomberos combaten hoy las llamas en el norte y el centro de Portugal, donde ocho incendios se mantienen activos, en medio de unas condiciones meteorológicas extremas que empeorarán durante la próxima semana.
A ellos se sumarán dos aviones de extinción procedentes de España, después de que Lisboa solicitara apoyo a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil.
Entre los incendios activos está el de Ourém (centro), a unos 130 kilómetros al noreste de Lisboa, que arde desde el pasado jueves y donde trabajan más de 700 bomberos.
El fuego afecta ya a tres municipios y el difícil acceso a la zona y los cambios en la dirección del viento han complicado las labores de combate este fin de semana.
A unos 40 kilómetros al norte de Ourém arde el incendio de Pombal, que también afecta a tres municipios desde que se desató el viernes y reúne a casi 450 bomberos.
El incendio de Carrazeda de Ansiães (norte), que empezó el jueves, sigue activo, con dos centenares de bomberos que intentan controlar las llamas.
Las autoridades lusas han alertado de que estos días se produce una conjunción de factores extrema, con temperaturas por encima de los 40 grados, vientos fuertes, noches tropicales, tormentas secas y los estragos de la sequía, que potencian el riesgo de incendio.
El Gobierno portugués decidió declarar a partir de mañana lunes y hasta el viernes 15 el estado de contingencia, el tercer nivel de respuesta a catástrofes y que nunca se había utilizado para situaciones relacionadas con fuegos forestales.
Todo el territorio continental del país estará bajo alerta roja.
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