SANTO DOMINGO.- Tras pasar sus vidas trabajando al llegar a la edad de retiro más del 85 por ciento de los adultos mayores en República Dominicana no cuenta con una pensión para pasar su vejez, llevándoles, en muchos casos, a vivir en la miseria situación que se agrava por la violación constante a sus derechos.
Envejecer en nuestro país resulta costoso y dramático, donde aquellos que no tienen recursos económicos podrían sucumbir en la marginalidad.
Con el paso cansado y una marcha lenta producto de los 78 inviernos que su cuerpo ha vivido, Ana Lanfranco ingresa a las instalaciones del Instituto Dominicano de la Seguridad Social, ya no recuerda el número de veces que ha recorrido esta misma entrada en los últimos años, desde el momento en que depositó sus documentos a espera de la aprobación de su pensión.
Pese a que trabajó durante más de 25 años en el sector privado, ahora sobrevive e incluso paga sus pasajes para llegar al IDSS, gracias a la ayuda económica de sus hijos.
Las calamidades que atraviesa la señora Ana parecen eslabones de una misma cadena para quienes acuden a la institución en busca de una pensión, al salir sus rostros de impotencia revelan la respuesta que todos recibieron.
Esos archivos que ellos tienen para que ustedes veas las condiciones de abandono como se han perdido las cotizaciones de las personas.
El Presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical, Pepe Abreu explica que tras años de viajes, papeleos y espera, cuando el adulto mayor obtiene la anhelada pensión en muchos casos es demasiado tarde.
Este es otro problema se suma al drama del adulto mayor en su retiro, la geriatra Rosy Pereyra explica que al pensionarse, el afiliado debe renunciar a su ARS y acogerse a la dispuesta por el sistema de pensiones.
Según la Resolución 72-03, del Sistema Dominicano de Pensiones, las pensiones serán otorgadas por vejez, discapacidad total o parcial, cesantía por edad avanzada y sobrevivencia sin embargo de más de un millón de adultos mayores que existen en el país, hay pensionados 113,524, policías 21,042 y pensiones solidarias 6,999 para un total de 141,565, equivalente al 14 por ciento de la población adulta total.
En el restante 86 por ciento que no tiene acceso a una pensión o seguro médico esta don Víctor Martínez de 71 años, cada mañana su esposa Mirian debe ayudarle a levantarse y durante el todo el día debe asistirle en las funciones vitales para cualquier persona, como alimentarse; el mal de Parkinson ha cambiado sus vidas.
Pese a que trabajó durante toda su vida tanto en el sector informal como privado, depende de sus hijos para comprar los medicamentos de su trastorno, que mensualmente equivalente a siete mil pesos.
Llegar a la vejez sin una pensión digna, sin seguro médico y mucho menos beneficios sociales, luego de una larga vida de trabajo es el pan nuestro de cada día en nuestro país, lo que lleva a nuestros adultos mayores a vivir en la marginalidad.
El abandono, los pocos recursos económicos y la falta de aplicación de políticas que beneficien al adulto mayor en el ocaso de la vida llevan a este sector a la depresión, este jueves abordaremos estas aristas en y el funcionamiento de las AFP en la segunda parte de esta serie especial.
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