Si hay un área de la Administración que no ha perdido el paso ni alterado su ritmo de trabajo a consecuencia del intenso trajinar político con motivo de la campaña electoral es la Vicepresidencia de la República, cuyo despacho carga del peso de los amplios programas sociales que lleva a cabo desde que la doctora Margarita Cedeño asumió el cargo a partir de las elecciones del 2014 en que fue electa por vez primera a la posición que ocupa. Pero es un área en la que ya desde antes, cuando ostentaba la condición de Primera Dama, había comenzado a mostrar marcado interés y a moverse en esa dirección.
Con una abarcadora agenda de trabajo cuya presencia se manifiesta en los más variados campos, ahora la Vicepresidenta anuncia que su despacho está elaborando un plan interinstitucional encaminado a crear conciencia y adoptar normas de prevención con respecto al matrimonio infantil. El mismo será de amplia cobertura comprendiendo a hombres y mujeres, niños, niñas y adolescentes.
Se trata de un serio problema que hemos venido arrastrando en escala creciente, cuya gravedad se refleja en las siguientes estadísticas: el 36 por ciento, o sea más de la tercera parte, de las niñas y adolescentes dominicanas están casadas o viven en pareja antes de los 18 años, un renglón en que figuramos como país puntero en Latinoamérica. Es una proporción que supera con mucho el promedio regional que es del 23 por ciento. Un dato muy a tomar en cuenta es que el 60 por ciento corresponde al segmento más pobre de la población, lo que pudiera ser indicativo de que el factor económico ha sido un elemento si no decisivo si de gran incidencia en esa prematura relación.
Más significativo aún: República Dominica duplica la media regional que es del 5 por ciento en uniones y relaciones de pareja antes de los 15 años, y de ellas un 12 por ciento de niñas por debajo de esa edad. Estas cifras, como señala el estudio estadístico, son similares a las del Africa Subsahariana, una de las regiones más pobres y atrasadas del planeta. De hecho, se han registrado embarazos a edades tan tempranas como 12, 11 y hasta apenas 10 años.
De no menor importancia la diferencia de edad entre las parejas. Seis de cada diez niñas y adolescentes están casadas o bajo relación de consenso con hombres cinco o mas años mayores, mientras un 23 por ciento de las uniones muestran una diferencia mucho mayor de diez años y aun mas. Un reciente dato que pudiera estar asociado a esa circunstancia es que la mayor frecuencia en la comisión de feminicidios se registra en hombres mayores de 40 años.
De recordar nuevamente, por más que reiteradamente señalado y advertido, las negativas consecuencias que las uniones tempranas, que por lo general van acompañadas de embarazos prematuros, tienen en la mayoría de los casos sobre todo para el futuro de las mujeres tanto en el orden educativo, como económico, social y emocional.
El tema ha sido de alta preocupación para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más conocido por sus siglas UNICEF, al punto que su representante local, Rosa Encarte, sostiene que si se logra reducir la carga del machismo en el país en tan solo un 10 por ciento, la mitad de todos los problemas de la infancia quedarían resueltos.
Por su enorme importancia es de saludar y apoyar de antemano, por consiguiente, el plan que tiene en elaboración el Despacho de la Vicepresidenta. El mismo según expresa la doctora Cedeño tiene como objetivo llevar al ánimo y la conciencia de las adolescentes que ellas son las dueñas de su cuerpo, por lo que deben cuidarlo, protegerlo y conocer las posibles consecuencias de las decisiones que tomen. En suma manejar su vida y su cuerpo con responsabilidad.
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