Mecenazgo

Estimular la lectura y el amor por los libros impresos, aun cuando la digitalización e Internet florecen, es una gran tarea civilizadora que se agradece a estas empresas admirables.

El mecenazgo editorial de grupos económicos es un excelente ejemplo de cómo la responsabilidad social empresarial ayuda a fomentar las actividades culturales dominicanas. Uno de los pioneros fue Codetel, con sus viejas ediciones anuales.

El Banco Popular, MercaSID, INICIA y otros, publican bellísimas ediciones de colección con calidad mundial acerca de temas medioambientales, deportivos, artísticos, que son realmente joyas para cualquier bibliófilo. Hace años, el gobierno intentó motorizar una editora nacional que tuvo algunos aciertos, pero cuyo impacto pudo haber sido mayor si hubiese contado con el presupuesto adecuado. Aparte de las colecciones empresariales, que son ediciones de lujo en papel satinado de grueso calibre y finísima producción, la Sociedad de Bibliófilos, patrocinada privadamente, rescata y publica libros relevantes que interesan a los dominicanos.

Es una pena que la mayoría de los autores criollos que ven publicadas sus obras deben ser sus propios editores. Estimular la lectura y el amor por los libros impresos, aun cuando la digitalización e Internet florecen, es una gran tarea civilizadora que se agradece a estas empresas admirables.