SANTO DOMINGO.- Un medicamento biosimilar es aquel desarrollado para ser muy parecido y hacer el mismo efecto a un fármaco biológico ya existente.
La comercialización de este tipo de fármacos ha aumentado a través del mundo ya que, al ser más económico, ayuda a reducir el gasto público, factor que la Organización Mundial de la Salud ha sacado a relucir es importante en estos tiempos de crisis sanitaria que enfrentan muchos países del mundo.
Los medicamentos biosimilares son bastante frecuentes para tratar enfermedades crónicas como cáncer, problemas cardiovasculares o pulmonares, que son las más costosas.
Además, de otros padecimientos que afectan la piel, aquellos que ocasionan dolores y demás.
Se pueden esperar los mismos beneficios y riesgos entre estos medicamentos.
En comparación con los biológicos originales, los biosimilares:
Para que un medicamento se llame biosimilar, se debe demostrar que su fármaco biológico de referencia sea tan seguro, tan eficaz y funcione de la misma manera.
Además, de ser utilizados con la misma dosis y para la misma afección que el medicamento de referencia y deben ser validados por la FDA y otras entidades médicas.
Según la Organización Mundial de la Salud, es necesario poner en la mesa de propuestas nuevas oportunidades que contribuyan a mitigar de la mejor manera las consecuencias de la crisis de carácter sanitario que hoy vivimos, económicas y sociales.
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