Exhorto a los centenares de miles (y cuidado si me quedo corto) de hombres, mujeres, jóvenes, viejos, blancos, negros, pintos, mulatos, izquierdistas, derechistas, creyentes, ateos, pobres, ricos, mancos, patizambos, sobrios, borrachos, artistas, artesanos, periodistas, brutos, inteligentes, cultos, culteranos, allantosos y el largo etcétera de los humanos que hemos estado en Casa de Teatro, alentándola, apoyándola, gozándola, a buscar a Freddy Ginebra para felicitarlo por los 42 años de su magnífico invento, aunque salga huyendo para no morir de tanto amor colectivo. (Me pongo en fila).