ESTADOS UNIDOS.- El príncipe Harry y su hermano, el duque de Cambridge, heredero a la corona de Inglaterra, caminaron con tono sombrío tras el auto fúnebre en el que yacían los restos de su abuelo, el duque de Edimburgo, con motivo de su solemne funeral, en un esperado reencuentro entre los hijos de Lady Di tras sus sonados desencuentros desde que Meghan Markle llegara a la familia real.
Aunque el mundo entero fue testigo en directo del histórico día en el castillo de Windsor, solo el círculo más íntimo de la familia real fue invitado a asistir. Debido a las restricciones de la pandemia, solo treinta personas acudieron al funeral, entre los que no se encontraba la duquesa de Sussex, quien está embarazada de su primera hija y no pudo acudir dado su avanzado estado de gestación, a despedir al bisabuelo de Archie.
Sin embargo, Meghan Markle envió una corona de flores con una nota escrita a mano. Según el canal ABC, la exquisita corona fue diseñada por Willow Crosley, a quien la duquesa recurrió en otras ocasiones, como el día de su boda o el bautizo de Archie. El experto en realeza de la misma cadena, Omid Scobie, aseguró que hoy fue un día difícil para la gran ausente del funeral.
«Sabemos que está apoyando a Harry en esta semana tan dura para él, pero también estará triste porque después de todo, ella también acaba de perder a un miembro de su propia familia», aseguró Scobie. «Meghan Markle tuvo una relación muy cercana con la reina y el príncipe Felipe estos últimos años».
Numerosos medios aseguraron que Meghan Markle siguió el funeral del príncipe Felipe, retransmitido en directo alrededor del mundo, desde su hogar en Montecito, según People.