La menopausia es un concepto que tiene un significado biológico y otro político, y en ambos casos influye en la sexualidad de la mujer, según explica la ginecóloga y terapeuta sexual, Lilliam Fondeur.
Desde la medicina la menopausia es un periodo fisiológico condicionado por cambios hormonales. Estos cambios determinan el cese permanente de la menstruación y el diagnostico se hace de forma retrospectiva.
Por otro lado, la especialista asegura que este término es una estructura creada para desarticular el poder femenino.
Este proceso en la vida de la mujer llega por lo regular entre los 45 y 55 años. Aunque en algunos casos ocurre antes y recibe el nombre de «menopausia precoz».
Salud física y emocional
Los cambios en la salud física y emocional son drásticos con la llegada de la menopausia, plantea Fondeur, y dentro de los más evidentes están: la resequedad en las secreciones corporales como las lágrimas, la saliva, el flujo vaginal y la piel; la disminución del calibre y cantidad del pelo; los sudores nocturnos; el aumento de peso y metabolismo lento; y la depresión y la ansiedad.
Además, una mujer que está en la etapa de la menopausia se expone a sofocos bochornos, escalofríos, problemas para conciliar el sueño, infecciones de orina, e infecciones vaginales propias de la resequedad
¿Y la sexualidad?
«La vida sexual es multifactorial, no solo hormonal. Con la menopausia las mujeres incrementan la posibilidad de decidir, incluso sobre su ejercicio de la sexualidad», dice la terapeuta sexual.
La especialista asegura que, si una mujer está en una etapa en la que no le interesa la vida sexual, la menopausia llega para poner un alto a las relaciones en las que no están cómodas. Por otro lado, quienes sí disfrutan de ella, este proceso llegará para que vivan la sexualidad incluso con mayor actividad y disfrute.
«Limitar la vida sexual a las hormonas es muy reduccionista, las mujeres somos más que hormonas», decía Gioconda Belli en su poema Menopausia.
Sexualidad Vs Menopausia
Llevar una vida sexual activa y satisfactoria depende mucho del estilo de vida que cada quien decida vivir. Luego de la menopausia, como en otros tantos procesos biológicos, es necesario tener hábitos saludables que mejoren la salud.
Alimentación y sueño. La sexóloga recomienda hacer ejercicio por lo menos cuatro o cinco veces a la semana, llevar una dieta balanceada rica en proteínas, consumir calcio, vitamina D y C (comer carnes, huevos, verduras, lácteos y frutas). Además, es necesario reducir el consumo de alcohol y cigarrillo, y sobre todo dormir satisfactoriamente.
Motivación consciente. Es importante motivarte de forma consciente; una de estas formas es leyendo poesía erótica y viendo películas sexuales que resulten estimulantes para la mujer, todo con el objetivo de estar cerca de su sexualidad.
Terapia farmacológica. Por otro lado, la terapia farmacológica es útil siempre que la mujer quiera tener vida sexual, sin motivación o sin tener resultados por esta vía.
Terapia de reemplazo hormonal TRH. Según Lilliam es recomendable para reducir o eliminar los sofocos y escalofríos, para aumentar el deseo sexual y reducir la resequedad, en todas sus manifestaciones. «La TRH tiene sus contraindicaciones, debe ser evaluada por un especialista antes de utilizarse y viene en presentación de óvulos, crema vaginal, pastillas, crema de piel y pellets», agrega.
Utiliza lubricante. Utiliza lubricante vaginal para ayudar con la falta de lubricación que pueda existir.
«La actividad sexual depende de muchos factores, el beneplácito que la mujer se permita para disfrutar, la alegría y la novedad que pueda generar la actividad sexual son motivadores a todas las edades», concluye.
Beneficios de la menopausia
La especialista expuso en una entrevista con Diario Libre que dentro del cuadro de consecuencias que tiene esta etapa, también hay beneficios entre los que destaca:
Libertad.
Madurez.
Aprecio por la vida.
Vivir intensamente.
Ya has transitado procesos vitales que te permiten mejorar como sujeto y mejorar relaciones con otros.
Conoce sus fallas y sus sobras.
La menopausia no rompe los sueños, sí las ilusiones banales.