Mexicano Carlos Slim descarta dejar su país y apuesta por él como inversión

Carlos Slim

NUEVA YORK , EE.UU.- Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según Forbes, apostó hoy por el crecimiento de su México natal y dijo que no tiene intención de dejar el país, pese al fuerte incremento de la violencia.

En ese sentido, y durante una entrevista difundida por la cadena de información financiera CNBC, el multimillonario también aclaró que sus recientes compras inmobiliarias en Nueva York, en las que ha gastado más de 180 millones de dólares, tienen una finalidad puramente inversora.

Slim defendió durante esa entrevista las oportunidades de inversión que ofrece su país, y aseguró que mientras que los inversores que ya han apostado por México «van a ver reducida su cuota de mercado», los que aún no han entrado «se van a perder un gran mercado»

«Somos entre 110 y 112 millones de personas y una economía creciente», señaló al respecto.

En los últimos cuatro años más de 30.000 personas han muerto en ese país a causa de la violencia, lo que ha motivado que «directivos mexicanos, especialmente los que viven cerca de la frontera con Estados Unidos, se hayan mudado a lugares como Texas o Florida», según CNBC.

Por contra, Slim está invirtiendo con fuerza en su país, algo que considera más afortunado que donar la mitad de su fortuna a causas caritativas, tal y como se han comprometido a hacer prominentes multimillonarios de Estados Unidos, como Warren Buffett y Bill Gates, las siguientes dos personas con más dinero del mundo, según Forbes.

«Como empresarios debemos ayudar a resolver los problemas sociales y combatir la pobreza, pero no a través de la caridad», explicó Slim, quien consideró que esa no es la mejor manera de arreglar los problemas del mundo.

Además, argumentó que las donaciones suelen conllevar enormes deducciones de impuestos, lo que a su vez hace que los gobiernos vean reducidos sus ingresos y, por lo tanto, su capacidad para invertir en mejorar la situación de sus países.

«Creo que sería un gran error que compañías como Microsoft y Apple, los líderes mundiales de la tecnología, sean vendidas por sus fundadores para meter ese dinero en fondos caritativos. No deberían hacerlo. Es más importante que sigan gestionando sus empresas», apuntó.

Respecto a la mansión que el multimillonario compró en la Quinta Avenida de Manhattan por 44 millones de dólares, descartó que sea un buen lugar para vivir por ser demasiado grande y explicó que tiene intención de dividirla en apartamentos y quizá alquilar la planta baja para que se abra allí un restaurante.

Aquella compra, cerrada el pasado julio, fue la cuarta más cara jamás cerrada en Nueva York sobre ese tipo de edificios («brownstone»), de estilo neoclásico francés y de pocas plantas de altura.

Construido en 1901 y conocido como la Mansión Duke-Semans, el inmueble tiene unos 1.860 metros cuadrados y fue propiedad de los herederos del magnate del tabaco Benjamin Duke hasta 2006.

Esta operación se sumó a otra cerrada en junio, cuando Slim, que además es uno de los principales accionistas del diario The New York Times, pagó 140 millones de dólares por un edificio de oficinas de once plantas también en la Quinta Avenida, muy cerca del Empire State.

El magnate mexicano, que tiene un total diez empresas cotizadas en México y que según datos del portal financiero mexicano Sentido Común acumula ya una fortuna de 74.500 millones de dólares (el PIB de Ecuador y Bolivia juntos), explicó que no le interesa tener viviendas fuera de su país porque son un quebradero de cabeza y que, si viaja, prefiere ir a un hotel.

En el ámbito empresarial, Slim desmintió los rumores que apuntan a que estaría interesado en comprar la empresa minera Fresnillo, al igual que los que apuntan insistentemente a que quiere hacerse con The New York Times, tal y como hizo Rupert Murdoch con The Wall Street Journal.

«Es sólo una inversión financiera. No andamos preguntando cómo va el negocio, lo vemos desde fuera. Sabemos que están haciendo un buen trabajo», apuntó sobre el diario neoyorquino, al que prestó 250 millones de dólares con un tipo de interés del 14 por ciento, lo que le reporta 35 millones de dólares cada año, según CNBC.