REDACCIÓN.- En los últimos años hay una creciente oleada en favor de la legalización de la marihuana no solo para usos medicinales sino lúdicos en muchos países del mundo. México está en ese proceso desde hace un par de años pero su ley sigue pendiente. Estas son algunas claves para entender el momento en el que se encuentra y el panorama actual de la región.
La droga más usada
El cannabis no es la droga más dañina ni la más rentable para el narcotráfico pero sí la más consumida del planeta, con 192 millones de usuarios, y la que lleva a más personas a tener problemas con la justicia: es responsable de más de la mitad de los delitos relacionados con drogas en el mundo, según las Naciones Unidas.
Por eso, su legalización está cada vez en la agenda de más países. La ONU autorizó su uso medicinal en diciembre de 2020, aunque el consumo recreativo sigue estando prohibido por las convenciones internacionales.
Uruguay y Canadá a la cabeza
En América, varios países permiten su uso medicinal pero solo dos, Uruguay y Canadá, han regularizado todo el proceso incluyendo los fines recreativos: los uruguayos con una especie de monopolio del estado sobre el cannabis; los canadienses potenciando más a la industria privada.
Cada vez más estados de Estados Unidos se están sumando a esta tendencia y aunque el cannabis sigue siendo ilegal según la ley federal estadounidense, una docena de entidades han regularizado su uso personal y médico y otros tantos estados han descriminalizado su consumo.
México, el símbolo
La legalización en México tendrá un simbolismo especial porque es uno de los principales productores del mundo y cuna de algunos de los cárteles del narcotráfico más poderosos que han provocado altos niveles de violencia desde hace décadas. Además, convertiría al país en el mercado regulado de cannabis más grande, con posibilidades de negocio todavía difíciles de cuantificar.
“Esto será un laboratorio, nos están volteando a ver”, indicó Victor Daniel Gutiérrez, de la organización México Unido contra la Delincuencia.
El largo camino mexicano hacia la legalización
México aprobó el consumo medicinal de la marihuana en 2017 y comenzó a preparar una ley para el uso recreativo desde 2019 por mandato de la Corte Suprema, que desde 2015 ha reiterado que es inconstitucional prohibir su consumo y ha ido amparando a quien interponía un recurso. Por eso el alto tribunal pidió al parlamento legislar al respecto.
Desde entonces se multiplicaron las propuestas de ley y los foros de debate con la sociedad civil. El Senado finalmente aprobó una iniciativa en noviembre que pasó a la Cámara de Diputados. Pero como esta la modificó, volvió al Senado.
La Corte Suprema había ordenado tener una ley antes del 30 de abril, pero la cámara alta no se puso de acuerdo para avalar los cambios y dejó su debate para septiembre.
Los principales puntos de discordia de la ley mexicana
Los políticos conservadores consideran que fomentará el consumo, con los problemas de salud que eso podría conllevar.
Los colectivos que defienden la total liberalización denuncian que el último texto siga criminalizando a quien posea más de 28 gramos y contemple penas de cárcel a quien tenga más de 5,6 kilos. Argumentan que esto deja abierta la puerta a la extorsión o la corrupción.
Criticaron también que ya no se contemple la creación de una institución específica para la regulación del cannabis y que todo el control quede en manos de la Comisión Nacional Contra las Adicciones, una entidad que, según los expertos, no tiene la capacidad ni las facultades para regular un mercado tan complejo.
Y otro de los grandes problemas advertido por los analistas es que se hayan suprimido las cuotas para favorecer que los pequeños cultivadores, el eslabón más débil del narcotráfico, puedan tener opciones en el mercado legal frente a la gran industria que muchos temen sea la gran beneficiada de todo el proceso.
Fuente: Los Ángeles Time