SANTO DOMINGO.– El actual Ministerio Público utiliza los casos de corrupción como «estrategia mediática y publicitaria» para ocultar y distraer a la población de los actos criminales y los niveles de delincuencia que afectan al país, «de la misma forma que lo hacía el Imperio Romano, dando pan y circo a sus ciudadanos», aseguró el exprocurador Jean Alain Rodríguez, quien guarda prisión preventiva por el caso Medusa.
Indicó que esta estrategia en nuestro país es utilizada para «inhibir en el pueblo la memoria de la peligrosa ola delictiva (asaltos, secuestros, homicidios, feminicidios y narcotráfico) que hoy día rompe récords», y señaló al Ministerio Público como «la mano ejecutora de dicho trazado», ante «promesas de difícil cumplimiento».
En un documento compartido a la prensa a través de su defensa, aseguró que con el fin de evadir su responsabilidad, tirar la culpa a la Policía Nacional y siguiendo una «agenda política y de venganza», el Miniterio Público genera «titulares, noticias, conversaciones, discusiones y afirmaciones sobre el supuesto éxito de la lucha contra la corrupción», la cual reduce a tres casos en dos años, «dirigidos coincidelcimente contra 2 hermanos del expresidente Danilo Medina, su ex jefe de seguridad» y a sí mismo.
Rodríguez aseguró que el anuncio de que estaban investigando a Medina justo cuando visitaría todo el país, fue otra «pura coincidencia» de la PEPCA, «para así contrarrestar negativamente esa iniciativa política».
«La persecución política y la estrategia de pan y circo se hace aún más evidente al notar también que en los últimos 2 años no hay un solo preso del partido que designó por decreto a estas personas, a pesar de los tantos escándalos de corrupción que el propio Ministerio Público ha tratado de ocultar», denunció el principal imputado en el caso Medusa.
«El Presidente de la República ha dado ejemplo destituyendo ministros y directores por presuntos actos de corrupción y el Ministerio Público no ha hecho nada», insistió el exprocurador al mencionar el caso del exministro de Salud, la destitución de las dos primeras ministras de la Juventud, las irrrgularidades del Inposdom e INABIE, así como el fraude millonario a Supérate.
Rodríguez también señala la falta de acción del Ministerio Público ante las denuncias de que «el Gabinete de Política Social regala millones de pesos sin procesos de contratación, impugnan por irregularidades un contrato de 2,400 millones de pesos de recogida de basura en Santo Domingo Este, cientos de niños se intoxican con el desayuno escolar, se muestran evidencias de que Ministros y Directores presuntamente roban dinero de los empleados públicos para obligarlos a aportarlos al partido de gobierno, una diputada del PRM es suplidora de INABIE; se realizan compras por 154 millones en pintura presuntamente malversadas».
En ese sentido, el exprocurador y principal imputado en el Caso Medusa catalogó el hecho de «penoso y lamentable» y dijo que los «juicios mediáticos» contra funcionarios del PLD es con el fin de «ganar popularidad, presentarse como héroes indispensables y así lograr perpetuarse en sus posiciones y garantizar la impunidad que necesitan ante tantos actos ilegales y arbitrarios que están realizando».
Advirtió que el «nuevo Ministerio Público…, desbarató y desintegró la mayoría de las fiscalías del país trasladando cientos de fiscales desde todas las provincias hacia la PEPCA y la Dirección de Persecución, debilitando así las estructuras institucionales encargadas de perseguir e investigar los crímenes».
Atribuyó la «ola de violencia y muerte que vivimos» al abandono de la persecución de los delitos y crímenes y la reducción y falta de supervisión de los fiscales.
Insistió que «la parte más perversa del show mediático del Ministerio Público» es filtrar a la prensa y la opinión pública las solicitudes de medida de coerción e informes de la Cámara de Cuentas, solo con «lo que le conviene» y «circulándolas antes de que los investigados y sus abogados tengan acceso a estos documentos, dejándolos en un estado de indefensión nunca visto».
«Con esas filtraciones, la prensa, en su libre ejercicio y deber de informar a los ciudadanos, pública el contenido pero sin percatarse que, cumpliendo con su misión y derecho constitucional, está siendo sorprendida en su buena fe para llevar juicios mediáticos, con un investigado que no sabe de qué y cómo defenderse, por desconocer el contenido de lo que se está circulando, subrayó.
Indicó que estas filtraciones causan un «daño irreparable» a los investigados, sus familias y al proceso judicial.
«La libertad de seres humanos con presunción de inocencia está en juego por una obsesión y persecución, la criminalidad está convirtiendo un país seguro, en una pesadilla», destacó el exprocurador.
En este documento el Jean Alain Rodríguez, a través de los abogados que conforman su defensa, reiteró una vez más su inocencia y dijo que el «Ministerio Público le mintió al país y me mantiene en prisión por más de un año endosándome un falso desfalco de diez mil, siete mil, seis mil y cinco mil millones de pesos, porque ni por el monto con el que quieren falsamente acusarme se han podido poner de acuerdo».
Y advirtió que las autoridades pretenden mantenerlo en prisión «con nuevas y creativas falsedades, de nuevo, sin poder probarlo», esto al indicar que la Cámara de Cuentas no encontró pruebas sobre la acusación de sobreevaluación que pesa sobre él.
«No llegué al servicio público para servirme sino para servir, con un patrimonio documentado superior a los 220 millones de pesos en el año dos mil doce (2012) y les aseguro que junto a mis abogados probaré la falsedad de cada una de las nuevas y absurdas acusaciones que pretende hacer el Ministerio Público en mi contra y defenderé y probaré el origen de mis bienes, adquiridos y pagados casi en su totalidad antes de ser funcionario público», manifestó Rodríguez.
Denunció que «la PEPCA ante la falta de pruebas ha intimidado testigos y utilizó como método de chantaje el terror de la prisión para arrancar falsas confesiones y así materializar su venganza», y aseguró que se conocerán «los verdaderos delincuentes y criminales que con el noble poder y mandato que les otorga la ley para hacer justicia, obligando a personas a mentir, les arrancan la libertad a personas por caprichos y venganzas personales».
«Lucharé por algo que excede el mero juicio de valor: el inalienable respeto de mis conciudadanos, el aprecio de mis relacionados y la admiración de mi familia, como fruto de una conducta honorable públicamente exhibida y mi determinación irrenunciable a defender ese bien inmaterial que motoriza mi espíritu a la consecución de ideales, que exceden en gran medida las pretensiones materiales que alevosamente se me quieren imputar», expresó.