Mipcom premia a Álex Pina (La Casa de Papel) como creador de tendencias

Pina, Mieli y Newman lo recibieron tras desgranar en una sesión de preguntas y respuestas su carrera y el trabajo detrás de sus mayores éxitos.

El creador pamplonés (1970) recordó sus inicios como periodista, profesión que eligió porque «sabía que quería escribir» y que fue transformando al iniciarse en la escritura de programas de ficción.

«La Casa de Papel» fue en parte el éxito del ingenio de su equipo, Vancouver Media, que prefirió centrarse en el carácter de los personajes al no tener mucho dinero para hacer una serie de acción.

«El espectador dedica tantas horas a ver ficción que demanda personajes más complejos. Por ejemplo, Berlín (uno de los protagonistas) era un misógino y un narcisista, pero lo fuimos transformando para sorprender al público», explicó.

Pina habló horas antes de presentar su nuevo proyecto, «El Embarcadero», también en este mercado de formatos, programas y series, que se inauguró ayer y se clausura el jueves.

Mieli, que ha acudido a esta edición con su nueva serie «My Brilliant Friend», inspirada en el «best-seller» de Elena Ferrante, rememoró sus inicios en una industria a la que llegó por pura pasión, pues confesó que de pequeño pasaba hasta doce horas delante de la pantalla.

Uno de sus grandes momentos profesionales fue colaborar con el director Paolo Sorrentino, a quien convenció para hacer «The Young Pope» pese a que el italiano le dijo que no había visto una serie de televisión en su vida. «Por eso deberías hacerlo», le respondió Mieli.

Newman, creador de «Narcos», tenía el proyecto en su cabeza 19 años antes de lanzarse junto a Netflix, a quien pidió que la serie fuera en buena parte en español y que se rodara en Colombia.

En un principio, concibió la idea como una película pero la creación se consolidó en un momento en el que «el cine estaba perdiendo calidad y la televisión ganándola».

«Narcos» está a punto de estrenar su cuarta temporada con México como escenario y el estadounidense se defendió de quienes la critican de humanizar a los traficantes de drogas alegando que «es un error despojar a alguien de su humanidad».