Misión de la juventud dominicana

La materialidad dominicana sirve como causa generadora para aguijonear al joven sensible que piensa acorde con su edad, el signo de los tiempos y el mundo en la actualidad.

1.- La Misión Histórica de la Clase Obrera, fue el tema escogido por mí para el día viernes 28 de abril del 1972, dictar una conferencia en un sindicato de trabajadores, en la ciudad de Santiago de los Caballeros.

2.- La reseña de lo expuesto en la citada disertación fue recogida por el desaparecido periódico El Sol, de fecha 29 de abril de 1972, un original del cual reposa en el Archivo General de la Nación, en la colección doctor Ramón Antonio Veras.

3.- He procedido a evocar la citada charla desarrollada hace ya más de 52 años, porque me llama la atención el accionar ventajista de la generalidad de la juventud dominicana en la política, proceder totalmente opuesto al encargo que está llamada a cumplir por su ubicación en la sociedad dominicana de hoy.

4.- El obrero es una clase social, y la juventud un segmento de la sociedad. Cada sector está comprometido a llevar a efecto una determinada función en el medio donde le ha correspondido desarrollarse como ente social.

5.- El proletariado tiene por misión histórica eliminar el capitalismo y edificar el socialismo. La juventud honra su mandato social comportándose ajustada a la coyuntura que le corresponde vivir, partiendo de su formación, edad y el régimen económico y político bajo el cual acciona.

6.- Lo que está dejando ver la realidad dominicana, en lo que se refiere a la incidencia de la juventud en la política con fines renovadores, es que ella no está en nada que tenga que ver con el fin de producir cambios estructurales.

7.- El hecho de comprobar cómo viven millones de nuestros connacionales en condición de frecuentes pedigüeños, debe motivar al joven dominicano a ser político, luchador social, militante contra la desigualdad y sus nefastas consecuencias.

8.- La materialidad dominicana sirve como causa generadora para aguijonear al joven sensible que piensa acorde con su edad, el signo de los tiempos y el mundo en la actualidad.

9.- Precisamente, al hacer referencia a los jóvenes dominicanos y el globo terráqueo, recuerdo lo escrito hace ya muchos años por la revolucionaria española Dolores Ibárruri, en el sentido de lo que más abajo cito:

10.- “Lo importante es poder decir como Galileo, el mundo se mueve… que el mundo se mueve y avanza, más no en la dirección que desearían imponerle las clases dominantes sobrepasadas por la historia, incapaces de renovarse, faltas de inteligencia para comprender la inevitabilidad de los cambios, y lo que es importante, imposibilitadas además de impedirlos”.[i]

11.- El pasaje citado anteriormente, elaborado en el cerebro de una mujer de pensamiento brillante, debe servir a nuestros jóvenes para que ellos estén llamados, en el mundo suyo de hoy, a obrar como honestos y coherentes comisionados, apoderados para sacar a su país del atolladero que desde hace muuuuuuchos años se encuentra.

12.- Para los jóvenes dominicanos, no es cuestión de andar con cara de bulldog, ni de yo no fui. Lo suyo es reflexionar, poner su reloj político en hora y marchar, ponerse en tensión en procura de cumplir con su función social, cívica y ciudadana.

13.- La juventud es una etapa de la existencia del ser humano. Ella es circunstancial, por lo que, como no es permanente, la persona debe estar al día en lo que le corresponde, en lo que es la encomienda social de aquellos que se mantienen apagados, en silencio, pero que en nuestro país son los más, los pobres.

14.- Siempre hay tiempo para revisar la forma de proceder; pasar revista de las actuaciones; mirarse de arriba a abajo y con detenimiento sacar sinceras conclusiones de lo que se ha hecho bien o mal. Es asunto de ser juez de sí mismo.

15.- Esos jóvenes que andan al galope detrás de un cargo electivo, que mediten y se hagan la pregunta ¿es para esto que yo sirvo como ser humano, o debo poner mi talento, energía y tiempo para hacerle útil a la sociedad, a la mayoría de mis paisanos?

16.- Ser joven es estar en un buen momento de la vida para servir con sanas convicciones, atendiendo al mandato que con satisfacción cumple aquel que se siente estar al servicio de la sociedad humana.