Bogotá.- La banda colombiana Morat, que cosecha éxitos musicales y está recorriendo Estados Unidos como parte de una gira por su cuarto álbum, sigue apostándole al español: «Estamos muy firmes ahorita con el español».
«La música en español está llegando donde nunca antes había llegado Hoy es el mejor momento para estar cantando en español», cuenta el vocalista y guitarrista Juan Pablo Isaza en una entrevista con EFE por videoconferencia desde Charlotte, Carolina del Norte.
La banda tiene programadas presentaciones en diferentes ciudades de Estados Unidos como Miami, Washington, San Antonio y Los Ángeles, en donde culminará el próximo 25 de febrero.
«Todo este tipo de encuentros culturales alrededor de la comunidad latina pegan diferente cuando uno está lejos de casa o cuando uno es extranjero, entonces ha sido muy ‘cool’ ver el impacto que ha tenido la gira acá en Estados Unidos, esta es la cuarta vez que giramos acá, y ha sido muy evidente el crecimiento de esa comunidad», continúa Isaza.
Llevando un ‘pop-folk’ latino que los catapultó a la fama en 2014, la banda bogotana resalta que una gira por Estados Unidos «siempre es emocionante», en especial porque «son ciudades que uno tiene más difícil acceso» en gran parte por el idioma.
Y aunque es la cuarta vez que deleitan a sus seguidores en el país norteamericano, siguen conservando la ilusión de tocar en grandes ciudades como Nueva York, Chicago, Boston, Los Ángeles y Miami. «Nos enorgullece un montón volver», dicen.
Estos son los últimos conciertos de la gira ‘Si ayer fuera hoy’, pero arrancan otro circuito de estadios que los llevará a varios países y con los que volverán a casa.
«Todavía no se ha terminado de anunciar la gira pero para nosotros es un gran acontecimiento y creemos que la gente después, poco a poco va a ir entendiendo por qué», anticipan.
Los bogotanos se sienten muy seguros después del respaldo que logró su EP ‘Antes de que amanezca’, y sin duda este año «viene música nueva»: «Tenemos ya muchas canciones avanzadas a nivel de producción para lo que queda del año, incluso parte del otro año», dice el baterista Martín Vargas.
Y aunque «de momento todo es secreto», aseguran a EFE «que viene mucha música ‘cool'».
Lo que más emocionados y nerviosos los tiene, entre otras cosas, es que serán los primeros bogotanos en llenar el estadio El Campín de la capital colombiana, y no una, sino dos veces.
«Nos sentimos muy orgullosos y al mismo tiempo muy sorprendidos de que nadie lo haya hecho antes, pero sin duda es un hito para nosotros como banda y de alguna forma también es un hito para la música en Bogotá porque refleja que los nuevos proyectos y que las nuevas cosas que están saliendo de la ciudad están siendo escuchadas, entonces eso nos parece muy bonito», en palabras del guitarrista Juan Pablo Villamil.
A Morat todavía le quedan «muchos, muchísimos sueños por cumplir»: «El sueño en este punto es seguir creciendo hacia donde sea, pero juntos Todavía sentimos que nueva gente descubre nuestra música y eso nos impresiona», según Isaza.
En su reciente concierto en Washington vieron a un grupo de personas que no los conocían. «Nos decían ‘no teníamos ni idea de quiénes eran ustedes, pero de aquí en adelante vamos a venir a todos los conciertos que hagan'», cuenta el músico.
Y agrega: «Eso es increíble porque demuestra un poco que el techo es tan alto como uno quiera verlo».
El futuro también trae retos, como la Inteligencia Artificial (IA) y los dilemas que está suscitando con la creación de canciones que rápidamente se hacen virales en redes sociales, sin ningún tipo de regulación sobre los derechos de los artistas a los que imita esta tecnología.
De hecho, Morat ya tiene su propia canción generada con IA, ‘Inevitable’, de Manuel Valdez, quien incluyó con tecnología la voz de los bogotanos y usuarios por redes sociales afirmaban que era original y no creían que pudiera haber sido creada con IA.
«Es un tema interesante que da tantos dolores de cabeza como emoción de lo que está pasando; nosotros siempre hemos sido muy abiertos con los desarrollos de la tecnología. Por un lado es inevitable que siga sucediendo», dice el cantante y bajista Simón Vargas, pero también «hay un tema de derechos que toca tener muy claro».