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Batalla Electoral 2024

Mucho cuidado

El ejercicio periodístico que es ejercido en búsqueda de la verdad, con amplitud de miras y teniendo como norte el interés general, vale decir en favor de la sociedad y sus ciudadanos, enfrenta cada día nuevos desafíos y tiene que estar alerta para no dejarse utilizar.

En medio del tráfago y las urgencias cotidianas, que tienden a ahogar la mente y perder perspectivas, medios y periodistas no siempre logran advertir que hay una diversidad de formas sutiles en que pueden ser desviados de sus objetivos fundamentales.

Por ejemplo, en medio de coyunturas que tienen elementos ciertos, pero que pueden ser deliberadamente sobredimensionados con fines ulteriores, advertencias y previsiones de ciertos sectores constituyen de hecho un mecanismo de presión y condicionamiento a la opinión pública.

Específicamente nos referimos, aunque no es un caso único pero sí muy sensible por sus consecuencias en los presupuestos familiares, a los anuncios de que se avecinan alzas en los productos alimenticios, en este momento por un anunciado incremento en las tarifas del transportación de carga.

Es cierto que este último anuncio se basa en el incremento sostenido que en las últimas semanas han tenido los precios locales de los combustibles y que tienen su origen en la tendencia alcista del petróleo en los mercados internacionales.

Actualmente el costo del barril de petróleo se aproxima a los 80 dólares, lo que inquieta a nivel mundial a la industria y todo el sistema productivo que depende de combustibles fósiles.

La previsión de los transportistas dominicanos ha tenido a su vez un efecto dominó, porque comerciantes y empresarios prevén que el aumento en los costos de la transportación de carga inevitablemente generará precios más elevados en los productos de consumo básico.

Aún así y sin ignorar estas realidades que escapan al control local, ya que la República Dominicana no produce petróleo, aunque últimamente se ha vuelto con la historia de que tenemos grandes reservas, hay que tener mucho cuidado en no servir de plataforma para que se produzcan especulaciones.

En otras palabras, que si fuera necesario aplicar alzas, éstas deben ser justas y proporcionales a los incrementos que le dan origen y en ningún caso ser utilizadas como un factor para obtener ganancias ilegítimas y fuera de lugar.

Para evitar esto y que no se tengan que tomar medidas reactivas sino preventivas, organismos como Proconsumidor deben desplegar acciones con amplitud y con los alcances que les leyes y medios institucionales les proveen.

A los medios toca hurgar, preguntar y precisar en cada anuncio de aumentos, la razón y el fundamento y que la explicación no se quede en simples palabras, pues la prensa no está para ser caja de resonancia interesada para ningún sector, y mucho menos cuando hay de por medio perjuicios económicos y sociales.

 

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