Miami.– Un hombre de Alabama (EE.UU.) que viajó con su esposa a Florida y se sometió a una operación por un dolor inesperado en el abdomen, murió después de que le extirparan por error el hígado en vez del bazo.
William Bryan, de 70 años, viajó con su esposa al condado de Walton, en el noroeste Florida, donde comenzó a sentir un fuerte dolor en la parte izquierda de su abdomen y se dirigió al hospital Ascension Sacred Heart Emerald Coast.
Allí le aconsejaron extirpar el bazo, una operación que, pese a que Bryan era renuente a someterse en ese hospital local, finalmente consintió, pero falleció en el quirófano, recogieron medios de Florida.
La intervención, realizada el 31 de agosto por el cirujano Thomas Shaknovsky, consistió en una esplenectomía laparoscópica, pero el especialista le extirpó el hígado en lugar del bazo y, además, le seccionó una arteria que irriga el hígado, lo que condujo a una gran pérdida de sangre y la muerte del paciente.
Según un comunicado de la firma de abogados que representa a la familia, el error del médico no fue notificado de inmediato y Shaknovsky identificó la extirpación de hígado como de bazo.
Incluso el cirujano le explicó a la viuda, que denunció a la institución, que el bazo de su esposo estaba tan enfermo que era «cuatro veces más grande» de lo habitual.
Pero el informe de un patólogo señaló que el órgano extirpado y «designado» como bazo era un hígado «visiblemente identificable» que estaba parcialmente desgarrado.
«Mi esposo murió desamparado en la mesa de operaciones del doctor Shaknovsky», indicó la viuda en un comunicado, en el que afirmó que no quiere que «nadie más muera debido a su incompetencia en un hospital».
Antes de su muerte, Bryan se había negado repetidamente a someterse a una cirugía, según muestra el informe operatorio.
De hecho, el hombre pidió el alta y dijo que quería conducir hasta Alabama para ver a su médico de cabecera, después de ser admitido en el citado hospital de Florida en agosto pasado.
Según los abogados de la viuda, Shaknovsky y otro médico le «persuadieron» de la conveniencia de someterse a una cirugía debido a un problema con el bazo y le advirtieron sobre las «complicaciones graves» que podría tener si no era operado.
El bazo, que nunca fue extirpado, presentaba simplemente un pequeño quiste, según los abogados que representan a la viuda.
El Sacred Heart Emerald Coast, un sistema de atención médica católico sin fines de lucro que tiene 140 hospitales en EE.UU., informó de que ya investiga el caso.