Jerusalén.- Al menos 37 personas murieron y 68 resultaron heridas en los ataques israelíes de las últimas 24 horas en la Franja de Gaza, según el recuento del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
En su informe diario sobre los datos recogidos por los hospitales de la Franja, el ministerio informó de «cuatro masacres contra familias» en el enclave palestino.
Al menos nueve personas de una misma familia, seis de ellas niños, murieron en uno de los ataques que golpeó contra un edificio residencial en el barrio de Tel Sultan, en el oeste de la ciudad meridional de Rafah.
Los muertos son Abdel Fatah Sobhi, de 42 años; Majla Ahmed, de 37; Rawan Sobhi, de 26; Sama Ibrahim, de 16 años; Hamza Ibrahim, de 7 años; Alaa Ahmed Hassan y Lin Abdel Fatah, de 5 años cada uno; Amer Abdel Fatah, de dos años y Naya Abdel Fatah, de un año.
Sus cuerpos fueron llevados a la morgue del hospital Abu Yusef al Nayar, donde familiares y amigos les dieron el último adiós entre momentos de angustia y desesperación, como pudo constatar EFE.
«¡Amor mío, mi alma, Hamza, Hamza!» grita una mujer mientra se abalanza a acariciar y a besar el rostro del niño de siete años que yace en el suelo envuelto una bolsa de plástico.
Así, desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás, el pasado 7 de octubre, 34.049 personas han muerto y 76.901 han resultado heridas en la ofensiva israelí.
Según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, solo en la pasada madrugada al menos diez personas perdieron la vida en ataques israelíes en el sur del enclave: nueve en el bombardeo en la ciudad de Rafah y una en un ataque a una casa cerca del cementerio al este de la misma localidad.
Por su parte, el Ejército israelí dijo hoy haber destruido un lugar de lanzamiento de cohetes en el área de Beit Hanoun, en el norte de Gaza, desde donde se habían detectado ataques contra la localidad israelí de Sderot.
También detallaron que sus tropas abatieron a un presunto miliciano en un enfrentamiento en el centro del enclave.
Más de un millón y medio de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde que comenzó la ofensiva israelí, la mayoría de los cuales se encuentran en la localidad de Rafah, fronteriza con Egipto.
Israel ha anunciado que planea invadir Rafah para eliminar a cuatro batallones de Hamás que supuestamente se esconden en la zona, pero gran parte de la comunidad internacional -incluido Estados Unidos, el principal aliado militar de Israel- ha avisado de que una invasión terrestre en el sur provocaría una catástrofe humanitaria todavía mayor.